El municipio cubano de Caibarién, en la central provincia de Villa Clara, fue severamente castigado por el huracán Irma, y sus pobladores salieron hoy a las calles dispuestos a borrar esa triste página de la historia local.
Desde allí una de las testigos del impresionante episodio comentó a Prensa Latina la pesadilla vivida en las últimas horas bajo los efectos del potente meteoro.
Con pesar precisó que parte de la glorieta del conocido Parque de la Libertad quedó destruida.
Dicho lugar de esparcimiento -declarado Patrimonio Cultural de la Nación- también perdió varios de sus bancos.
También hizo referencia a la cantidad de árboles y postes de electricidad caídos al ser derribados por los vientos de Irma, que llegaron a rebasar los 250 kilómetros por hora. Ahora -dijo- los vecinos pusieron manos a la obra y comenzaron a trabajar para revivir su Caibarién querido.
En su breve reporte recordó una frase conocida por todos los cubanos 'la cosa está fea', pero segura de una pronta recuperación.
En tanto, las autoridades de la Defensa Civil de Villa Clara explicaron a la televisión cubana que existen considerables afectaciones a las instituciones del Estado y al fondo habitacional.
También se reportan problemas en el sistema de energía eléctrica y todavía los ciudadanos evacuados permanecen en sus refugios, ya sean estatales o bajo el amparo de vecinos solidarios.
Las imágenes en la televisión y fotos en las redes sociales muestran a Caibairén salido de una película de ficción tras el terrible ataque de una fuerza sobrenatural.
