Dos ciclones tropicales se formaron sobre el cálido mar Caribe en la primera semana de octubre; ambos azotaron el estado mexicano de Quintana Roo.
El primero, Gamma, tocó tierra cerca de Tulum a las 16:45 UTC del sábado 3 con vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora, y el segundo, Delta, penetró por las inmediaciones de Puerto Morelos como huracán de categoría 2 (vientos de 175 km/h) casi noventa horas después, concretamente a las 10:30 UTC del miércoles 7. Dicho de otro modo, la porción nordeste de la península de Yucatán fue vapuleada por dos ciclones en menos de cinco días. ¡Extraordinario!
Hasta ahora, veinticinco tormentas nombradas hemos observado en el Atlántico: veinticuatro tropicales y una subtropical. Si Épsilon, Zeta, Eta y Theta se gestaran de aquí al 31 de diciembre, un nuevo récord de más tormentas en una temporada se alcanzaría.
Huracán de gran intensidad
A propósito del ciclón del momento, quiero compartir algunas curiosidades. Miren, este fenómeno meteorológico se intensificó en el Caribe occidental en un dos por tres. La formación de la tormenta tropical Delta se comunicó el lunes 5 a las 12:00 UTC, y al día siguiente, a las 15:20 UTC, lo que al sur de Cuba existía era un poderoso huracán de categoría 4.
El martes, mientras se fortalecía con rapidez, un avión de la NOAA encontró un ojo extremadamente pequeño de 4 a 5 millas náuticas de ancho, es decir, tenía un diámetro de 7-9 kilómetros.
En el oeste de Cuba influyó. Según el Instituto de Meteorología, se registró una ráfaga de viento de 66 kilómetros por hora en la estación del cabo de San Antonio, Pinar del Río. Ocurrieron lluvias intensas en la Isla de la Juventud (más de 100 milímetros en 24 horas) en relación con la incidencia de bandas externas del sistema y un flujo de aire húmedo. Hubo fuertes marejadas en el litoral sur de la región occidental.
Cuando Delta penetre hoy en Luisiana, a diez aumentará la cantidad de tormentas nombradas que tocan tierra en los Estados Unidos contiguos este año (récord para una temporada). Si golpeara como huracán, sería el quinto que llega a la parte continental de los EE. UU. en 2020.
