Las Sillas Voladoras son preferidas por los visitantes.

El parque temático de diversiones la Isla del Coco, ubicado en el municipio capitalino de Playa, parecía perderse entre roturas y falta de público. Desde su apertura a fines de 2007, el paso del tiempo, el acecho del mar y la inconsciencia de muchos visitantes les quitaron poco a poco las fuerzas al Capitán Plin y sus amigos.

Lo que parecía el fin de tan importante lugar dio un giro de 90 grados, pues desde hace unos días la Isla del Coco volvió a abrir al público, con nuevas ofertas. Los aparatos que estaban en desuso fueron sustituidos por otros y los que ya existían fueron sometidos a una reparación total.

Parque con nuevos bríos

En la nueva apertura la Isla del Coco cuenta con 19 aparatos, 18 en funcionamiento ya que la Montaña Rusa está parada por falta de piezas de importación. Además, se renovó la pintura completamente.

“Hace un tiempo vine al parque y quedé decepcionada. Sin embargo en esta nueva visita mi opinión ha cambiado. Hay nuevos aparatos y los niños tienen mayores opciones de recreación. Las ofertas gastronómicas son variadas y con buena calidad”, declaró Raiza Delgado, acompañada de su hijo de 10 años.

Al respecto, el joven Rolando Benítez comentó que la Isla está totalmente diferente, “parece que viene una época buena”. Mas, una inquietud está presente: “hay nuevos aparatos pero hay muy pocos para los mayores. Quitaron el astronauta, el tren que te ponía de cabeza y la Montaña Rusa hace rato no funciona. Eran opciones que los más grandes disfrutaban mucho”.

Muchos de los aparatos destinados a los mayores ya no funcionan. Entre los criterios de los visitantes sale a relucir el de la capitalina Juana Pineda, quien disertó en que una de las cosas que más le gustó en esta nueva visita fue la oferta de comprar una mayor cantidad de tickets. “Cada persona los administra como quiere y nos evita hacer extensas colas”, añadió.

Por su parte, Guadalupe Rivera, operaria del Platillo Volador, declaró que desde la reapertura del parque el aparato funciona sin problemas, con afluencia constante de público a pesar de que estuvo parado un año. A decir de Rivera, de 12 platillos con que contó el aparato inicial actualmente están prestando servicios 6.

En ese sentido, Yadelys Valencia, jefa de la brigada de operaciones de la Isla, declaró que el platillo y el elefante están funcionando al 50 por ciento, aunque todos los elefantes en la estructura están en buen estado.

Nid Fernández, operadora de las Sillas Voladoras, comentó que gran parte del público prefiere ese aparato. “Algunas sillas no están funcionando por desperfectos en las cadenas, pero de todas formas, en cada vuelta el público llena la capacidad permitida”.

La Montaña Rusa no está funcionado por falta de piezasSobre el servicio que brinda el parque en general, el matancero Frank Delgado Alonso, consideró que “no es menos cierto que después de la reparación muchos aparatos están bien, aunque en las primeras horas de atención al público un grupo de ellos no  funciona. Desconozco las razones por las que están detenidos”.

En respuesta a esta inquietud, José Antonio Sadín, directo de la UEB Parques La Habana, argumentó que los operarios deben esperar que la brigada de mantenimiento revise el estado de cada equipo para evitar accidentes.

Para solucionar los problemas

Todos los meses se realiza el mantenimiento de los equipos, aunque existe una guardia permanente en el parque. En caso que se presente una avería, puede ser solucionada en la mayor brevedad posible, enfatizó Sadín.

Asimismo, el directivo aclaró que los aparatos deben utilizarse hasta las seis de la tarde máximo, pues una sobre explotación constante podría provocar la rotura de algunos.

Otro de los problemas que ha influido en la prestación de servicios a la población son las lluvias intensas. “Los registros de electricidad son soterrados, y en aras de evitar accidentes, cuando se producen fuertes precipitaciones el parque tiene que cerrar porque dichos registros tienden a llenarse de agua”, afirmó Alexis García Álvarez, encargado de la atención al consumidor.

Para contrarrestar esta situación los directivos aclararon que ya el parque cuenta con una bomba de extracción para acelerar el proceso de secado y que se renueven los servicios en la menor brevedad posible.

Además, ya la instalación cuenta con bebederos de agua fría en tres puntos del parque y baños públicos en buenas condiciones, lo que soluciona varias de las inquietudes que tenían los visitantes.

En cuanto a la gastronomía, Yuniet González Valle, jefe de esta área, agregó que dentro del parque existen dos cafeterías grandes, donde se ofertan panes, helados, líquidos varios, dulces etc.; además dos puntos de venta de módulos de confituras con precios diferentes acorde a las posibilidades de las familias.

También la Isla del Coco cuenta con una pizzería, y junto al parque en la zona “La Concha”, existen dos parrilladas y dos cafeterías a los extremos. El sistema de abastecimiento es diario, acorde a las necesidades del día.

El parque abre a la población a las 10 de la mañana

Y dónde está la primera Isla?

Los primeros estudios del Parque iniciaron en el 2006 a petición del Comandante Fidel Castro y la dirección del país, quienes querían hacer un parque temático, con el objetivo de que los niños tuvieran un lugar para esparcirse y disfrutar de una manera sana y entretenida, comentó la arquitecta Corina Genares, encargada de la maquetación de la Isla del Coco.

Referido a su deterioro, José Antonio Sadín alegó que los aparatos estaban diseñados para un tiempo de explotación de 10 años, aunque con el reemplazo de las piezas se podía extender su uso. Además, influyó la acción indebida de las personas. Por otra parte, la posición geográfica del parque acelera el deterioro de las instalaciones, producto del salitre del mar.

Asimismo, Yadelys Valencia agregó que de los equipos para mayores se le dio baja a cuatro. “Entre las causas de esta decisión estuvo la falta de mantenimiento. Un parque cercano a la playa exige una mayor regularidad en este aspecto”, concluyó.

El público vuelve a contar con una nueva opción en estas vacaciones. La Isla del Coco ofrece sus servicios con una realidad muy diferente a la de meses atrás. Solo queda esperar y ojalá que “el mundo de Plin” se quede por muchos años más.