Imagen de Cuba contra el bloqueo

Así se expresarán nuevamente, por abrumadora mayoría, los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuando en la jornada de este 26 de octubre hagan uso de su derecho al voto para aprobar la demanda de Cuba, en su XXV edición, ante la arbitraria medida del Gobierno de los Estados Unidos.

Cualquiera pudiera creer, y de ello se ha encargado alguna propaganda estadounidense, que les medidas de acercamiento, o sea, restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, ha puesto fin al cerco comercial, económico y financiero de más larga data sobre el planeta.

Es cierto -y el cubano  se ha dado cuenta de ello- que hay elementos positivos en lo aplicado por el presidente Barack Obama, como también a Liborio no le han pasado por alto segundas intenciones de esa aproximación, tendientes a desmembrar el proceso sociopolítico que a golpe de batallas insurrectas triunfó el 1ro de enero de 1959, para poner fin a más de 100 años de luchas por nuestra definitiva independencia.

Claro está, ese ejemplo no podía soportarlo el vecino del norte y, simultáneamente con triquiñuelas planetarias y regionales, con su gendarme de colonias, la Organización de Estados Americanos (OEA) como pantalla y en medio de la invasión derrotada en menos de tres días, continuas agresiones, sabotajes, planes de asesinato de nuestros principales dirigentes, guerra bacteriológica, daños a las personas, animales y cultivos; incluso hasta la amenaza de conflagración nuclear, aplican el bloqueo a la Isla, que en diversos procesos de refinación y aumento de su criminalidad, asume un carácter de extraterritorialidad con marcada influencia hasta hoy.

Antes de puntualizar cuestiones de primer orden de la vigencia de ese acto ilegal e inhumano contra un Estado soberano, es bueno aclarar, una vez más, las diferencias existentes en lo que se ha dado por llamar “embargo”  por los gobernantes estadounidenses y sus acólitos, para tratar de disfrazar la malignidad de lo que es en toda su extensión el bloqueo.

Embargo:

  1. Retención de bienes por orden de una autoridad judicial o administrativa, con el fin de responder de una deuda o de la responsabilidad de un delito.
  2. Prohibición de comerciar y transportar una cosa, especialmente armas, decretada por mandamiento administrativo o judicial, en espera de juicio.

Bloqueo:

  1. Bloqueo continental. Aspecto fundamental de la política de Napoleón que perseguía el bloqueo total de Gran Bretaña para preparar una posterior ocupación de la isla. Inicialmente la invasión de España y Portugal fue con el pretexto de consolidar el citado bloqueo.
  2. Conjunto de medidas puestas en práctica por uno o más países para aislar a otro, con el fin de forzarlo a cambiar su política, o como represalia.
  3. Interrupción del desarrollo normal de un proceso: han amenazado con un bloqueo de las negociaciones. Congelación.
  4. Inmovilización del movimiento libre de dinero para que su dueño no pueda disponer de él.
  5. Interrupción o paralización del funcionamiento de un aparato o un mecanismo.

Más claro ni el agua, es bloqueo, no embargo, pues Cuba ha tratado de indemnizar a los propietarios estadounidenses por las propiedades nacionalizadas tras soberana ley cubana, pero el Gobierno yanqui nunca ha accedido a ello.

Actualmente el bloqueo a Cuba persiste y de qué manera. Nada de lo hecho por el presidente Obama alivia la situación de cerco económico a Cuba y sus relaciones en tal sentido con Estados Unidos y otros países, pues sigue la negativa para utilizar el dólar en transacciones comerciales o de cualquier naturaleza. Solo hay que recordar las más de 50 multas del actual Gobierno estadounidense contra entidades de distintos países superior a los 14 000 millones de dólares, por  sostener vínculos económicos con Cuba.

A esto se une, como política mantenida, la no concesión de financiamientos de créditos, algo prohibido por leyes de ese país,  para adquirir  comestibles con el fin de alimentar a un pueblo, no de hacer comercio, aunque sí erogan abiertamente solvencias para la contrarrevolución.

Igualmente, los ciudadanos norteamericanos no  pueden visitar a Cuba como turistas, junto a otras muchas legislaciones que manifiestamente mantienen con toda su carga agresiva el asedio a Cuba.

No se puede dejar de mencionar que Obama ha precisado su convicción de lo imperioso de cesar en una fracasada política, aunque ha dejado meridianamente claro que los objetivos de Estados Unidos en relación con Cuba no han cambiado.

Contra el cerco económico y financiero para rendir a un país por hambre y necesidades y sus engañifas para enmascarar tales pretensiones, votará hoy en la ONU la inmensa mayoría de las naciones, convencidas de lo injusto del proceder del Gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba.