La Habana, 16 ago (PL) El Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos llamó en esta capital a la eliminación total y sin demora de las armas nucleares, a partir del peligro que representan para la supervivencia humana.
En entrevista concedida a Prensa Latina, el presidente del movimiento, Silvio Platero, advirtió que agosto representa un triste recordatorio de las consecuencias del uso de las armas de exterminio masivo, en particular la atómica.
Como una demostración de fuerza, Estados Unidos lanzó el 6 y el 9 de agosto de 1945 bombas atómicas contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, afectando a generaciones de entonces y a las posteriores, recordó.
Más de 200 mil personas perdieron la vida tras los ataques, mientras muchos de los sobrevivientes han padecido enfermedades cancerígenas.
Los testimonios de los hibakushas (como se llama a quienes sobrevivieron en Hiroshima y Nagasaki) son escalofriantes, además de una convocatoria a eliminar el peligro nuclear, opinó Platero.
El activista destacó la visita a la isla de tres hibakushas a bordo del Crucero por la Paz, embarcación que realizó a mediados de julio su decimoctavo viaje al país caribeño.
Ellos eran muy pequeños cuando ocurrió la tragedia, pero sus comentarios conmueven y ratifican al mundo la importancia de eliminar los letales artefactos, afirmó.
De acuerdo con el presidente del Movimiento Cubano por la Paz, pese a los esfuerzos que se realizan a nivel global el planeta sigue amenazado por la existencia de 14 mil armas nucleares, de ellas una tres mil 200 listas para ser disparadas.
Alrededor de 130 países adoptaron el 7 de julio de 2017 por consenso en Naciones Unidas un tratado que prohíbe esas armas, sin embargo, los Estados poseedores de las mismas se autoexcluyeron del instrumento multilateral.
Platero lamentó esta situación y resaltó la experiencia de América Latina y el Caribe, que mediante el Tratado de Tlatelolco (firmado en 1967) se convirtió en la primera región densamente poblada libre de los mortales artefactos.
También es de destacar que esa propia parte del mundo se declaró una zona de paz durante la celebración en Cuba, en enero de 2014, de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, subrayó.
A través de Platero, el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos insistió aquí en la necesidad del compromiso con la búsqueda de un planeta sin la amenaza de las armas nucleares.
Como una demostración de fuerza, Estados Unidos lanzó el 6 y el 9 de agosto de 1945 bombas atómicas contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, afectando a generaciones de entonces y a las posteriores, recordó.
Más de 200 mil personas perdieron la vida tras los ataques, mientras muchos de los sobrevivientes han padecido enfermedades cancerígenas.
Los testimonios de los hibakushas (como se llama a quienes sobrevivieron en Hiroshima y Nagasaki) son escalofriantes, además de una convocatoria a eliminar el peligro nuclear, opinó Platero.
El activista destacó la visita a la isla de tres hibakushas a bordo del Crucero por la Paz, embarcación que realizó a mediados de julio su decimoctavo viaje al país caribeño.
Ellos eran muy pequeños cuando ocurrió la tragedia, pero sus comentarios conmueven y ratifican al mundo la importancia de eliminar los letales artefactos, afirmó.
De acuerdo con el presidente del Movimiento Cubano por la Paz, pese a los esfuerzos que se realizan a nivel global el planeta sigue amenazado por la existencia de 14 mil armas nucleares, de ellas una tres mil 200 listas para ser disparadas.
Alrededor de 130 países adoptaron el 7 de julio de 2017 por consenso en Naciones Unidas un tratado que prohíbe esas armas, sin embargo, los Estados poseedores de las mismas se autoexcluyeron del instrumento multilateral.
Platero lamentó esta situación y resaltó la experiencia de América Latina y el Caribe, que mediante el Tratado de Tlatelolco (firmado en 1967) se convirtió en la primera región densamente poblada libre de los mortales artefactos.
También es de destacar que esa propia parte del mundo se declaró una zona de paz durante la celebración en Cuba, en enero de 2014, de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, subrayó.
A través de Platero, el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos insistió aquí en la necesidad del compromiso con la búsqueda de un planeta sin la amenaza de las armas nucleares.