#NoMásBloqueo
Washington, 11 mar (Prensa Latina) El gobierno de Estados Unidos añadió hoy cinco entidades cubanas a su lista de corporaciones sujetas a sanciones económicas, un paso considerado hostil e injusto en su política hacia la isla caribeña.
 
El Departamento de Estado señala por las claras en un comunicado que la normativa se debe al apoyo brindado por Cuba al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, legítimamente electo en mayo pasado.

Ese texto acusa deliberadamente a empresas de la isla de beneficiar a militares, agencias de inteligencia y servicios de seguridad, elementos que, según analistas, forman parte de la retórica y estrategia estadounidenses para asfixiar a la economía de la mayor de las Antillas.

En esa misma cuerda Washington también anunció sanciones contra un banco de Rusia que, afirma, tiene lazos comerciales con una compañía petrolera estatal venezolana.

Un editorial del The New York Times asegura que la medida constituye la más reciente estratagema encaminada a acabar con el apoyo financiero ofrecido por algunas naciones al territorio suramericano.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos indica en una declaración que impuso penalidades al Evrofinance Mosnarbank, con sede en Moscú, el cual 'ha ayudado materialmente, patrocinado o brindado apoyo financiero, material o tecnológico a' Petróleos de Venezuela (Pdvsa), incluida en enero en la lista negra de la administración del presidente Donald Trump.

Las sanciones contra Cuba son parte de un recrudecimiento de la política estadounidense en las últimas semanas, que presenció la apertura de la posibilidad de establecer demandas contra determinadas empresas cubanas bajo el Título III de la Ley Helms-Burton.

Esa decisión Washington la hizo acompañar de un llamado a los empresarios extranjeros 'a reconsiderar si están incurriendo en tráfico de bienes confiscados y apoyando a la dictadura cubana', su versión de las nacionalizaciones que conforme al Derecho Internacional la naciente Revolución realizó en la década de 1960.

Mediante su canciller Bruno Rodríguez, Cuba rechazó la nueva acción hostil de Estados Unidos y la calificó de 'inaceptable amenaza vs. el mundo'.