21er. Congreso de la CTC.

El gran reto del sindicato es estar a la altura del pueblo en este momento especial y decisivo; y será superado si la organización valora con mente abierta la mejor forma de solucionar cada problema y de enfrentar cada reto, afirmó Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), al presentar el informe central del 21er. Congreso de esa organización.

En la inauguración de la cita —este sábado en el Palacio de Convenciones de La Habana—, insistió en que el sindicato debe esforzarse para que la rutina no le trace el camino, y por dejar atrás prejuicios y esquemas obsoletos, actuando con sensibilidad y predicando con el ejemplo, condición básica para argumentar y discutir de manera franca y abierta, sin dogmas ni consignas vacías.

«No habrá labor sindical si el sindicato no ejerce su papel dirigente y de representante; si no actúa, moviliza y educa, siempre enarbolando la unidad como principio clave», señaló.

Guilarte De Nacimiento significó que el Congreso comenzó con el debate de su convocatoria, la que fue debatida abierta y democráticamente en más de 85 000 colectivos laborales, y donde afloraron críticas al desempeño de la organización e ideas para su perfeccionamiento, y mayoritariamente se respaldó la necesidad del sindicato como elemento movilizador y de contrapartida en el escenario laboral.

Dijo que en el quinquenio previo a la cita se trabajó en el perfeccionamiento de las asambleas de afiliados y trabajadores, y de representantes, para romper la formalidad e improvisación en ellas, al limitarlas a un escenario de preocupaciones y demandas, y no utilizarlas para demostrar las potencialidades de los trabajadores y el sindicato en plantear alternativas y soluciones a los complejos problemas del colectivo laboral.

En cuanto al tema de la sindicalización y la importancia que reviste para la fuerza del movimiento obrero, el Secretario General de la CTC manifestó que «hay que desterrar las concepciones esquemáticas con un contenido económico», en una evidente alusión a los que ciñen el papel del sindicato al mero cobro de la cuota mensual.

Enfatizó en la trascendencia de la atención a los jóvenes trabajadores, desde la óptica educativa y prácticas más innovadoras en los actos de recibimiento, la asignación de tutores y la promoción de espacios para su participación protagónica como líderes de proyectos, y con garantías para su superación profesional.

Precisó que la organización cuenta con más de 3 780 000 miembros; de ellos, más de 2 600 000 en el sector estatal y más de 228 000 en el sector no estatal, así como más de 162 000 jubilados y pensionados.

En otro punto de su intervención, el Secretario General de la CTC hizo alusión a la política aprobada por los organismos superiores del Partido dirigida a la atención y sindicalización de los trabajadores no estatales. En su entender, esas directrices han contribuido a seguir avanzando en un aprendizaje mutuo.

«El mayor tiempo lo hemos dedicado a promover, desde una labor más efectiva de representación de sus demandas, el reconocimiento del papel del sindicato», expresó Guilarte De Nacimiento, quien informó que al cierre de 2018 se logró sindicar al 62,8 por ciento de esa fuerza laboral, «tendencia que marcó un decrecimiento con respecto al año anterior».

Sobre este último indicador, subrayó como una de las causas  la «paralización de varias actividades, insatisfacciones con decisiones de la política de perfeccionamiento de las normas, unido a la improvisación y falta de liderazgo del trabajo sindical».

Dejar atrás prejuicios y esquemas obsoletos

En lo referente a la real influencia de las organizaciones sindicales en el proceso de aprobación del Plan de la economía, Guilarte De Nacimiento reconoció que persisten deficiencias; y afirmó que tales organizaciones «tienen que promover el debate sistemático del cumplimiento de la ejecución, evaluación y control del Plan, espacio desde donde debemos elevar el compromiso y la exigencia sindical en temas como la generación de renglones exportables, la sustitución de importaciones, las cadenas de impagos ante el crecimiento de las cuentas vencidas por cobrar y pagar, la no certificación de la contabilidad y los elevados inventarios ociosos, unido al descontrol en el consumo de combustible».

Entre otros desafíos, expresó que «es preciso continuar avanzando donde corresponda en rebasar las limitaciones que frenan el desarrollo de las fuerzas productivas y no permiten incrementar la eficiencia y la productividad, y, con ello, el crecimiento de los ingresos de los trabajadores».

Sobre un indicador como la ocupación, el Secretario General de la CTC comentó que esta, comparada con 2009, decreció en 589 700 trabajadores. En el sector estatal la reducción fue de 1 182 500, con mayor incidencia en el sector presupuestado, como resultado del congelamiento de las plantillas, el reordenamiento laboral y los procesos de disponibilidad.

Mientras, el sector no estatal creció en 592 800 trabajadores, realidad influenciada por el acrecentamiento del trabajo por cuenta propia, la entrega de tierras en usufructo y la creación de cooperativas no agropecuarias.

Guilarte De Nacimiento expresó que «la negociación colectiva continúa siendo una importante herramienta para la labor del sindicato»; y aunque se ha avanzado, «se precisa generalizar el fortalecimiento y preparación de las comisiones negociadoras, en la objetividad y la calidad de las cláusulas, la elevación de la participación de los trabajadores y la exigencia del cumplimiento por las partes de lo acordado e inscrito en los Lineamientos Generales y los convenios colectivos de trabajo».

Flexibilidad y reconsideraciones para mejorar la implementación

A contrapelo de los serios problemas económicos que vivimos, Cuba busca elevar la eficiencia y eficacia de la empresa estatal, el núcleo duro de la actualización de nuestro modelo, destacó Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político del Partido y jefe de la Comisión para la Implementación y Desarrollo, ante los delegados al 21er. Congreso.

Entre los anuncios, significó que el país prepara 22 nuevas medidas para fortalecer el sistema empresarial estatal del país, y de la economía en general. Una de ellas es la creación de una institución financiera para favorecer el desarrollo empresarial, que asegure el capital de trabajo y posibilite esquemas de encadenamientos productivos.

Asimismo, se operarán esquemas cerrados de financiamiento a nivel de empresa y se fomentará el prefinanciamiento de ciertas producciones, entre otras alternativas.

Precisó que el sistema empresarial del país, organizado en tres niveles —Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), las empresas y las unidades empresariales de base (UEB)—, tiene como centro la empresa estatal, y en tal sentido se estudian otras medidas para fortalecerla y conferirle mayores atribuciones.

Desde el 6to. Congreso del Partido se han aprobado 206 políticas, y de ellas, 47 con posterioridad al 5to. Pleno del Comité Central del Partido de 2018. Entre estas, destacó el incremento de las inversiones extranjeras directas, así como la generalización del nuevo modelo de funcionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular.

Se evidenciaron insuficiencias en la planificación, en cuanto a darles mayor prioridad a los temas más importantes. Se abarcó y mezcló demasiado, hubo visión limitada de riesgos. En las políticas implantadas se definieron los objetivos, pero no quedaron definidos los plazos de tiempo para lograrlos y con qué indicadores medirlos. Para ello, ya se están definiendo objetivos, metas e indicadores, lo que tendrá reflejos en todos los colectivos laborales.

También hubo mucha lentitud en la elaboración de las normas jurídicas de las políticas, y limitaciones en la comunicación hacia la sociedad, así como deficiencias en la capacitación de los ejecutores, entre ellos los directores de las empresas estatales.

Sobre el trabajo por cuenta propia, más allá de las recientes medidas que flexibilizan sus normas y aplicaciones, Murillo Jorge informó que en lo adelante se darán a conocer otras medidas en aras de favorecer la actividad, y fortalecer sus vínculos efectivos con el sector estatal.

Igualmente, destacó el peso de 13 políticas relacionadas con la ciencia, la tecnología y el medio ambiente, que dotan al proceso de actualización y a la economía de mayor dinamismo y eficiencia, a la vez que promueven una mayor participación del sector en el desarrollo del país.

Ponderó que la unificación monetaria y cambiaria es un proceso complejo y necesario, tendrá que aplicarse después de estudiadas muchas condicionantes imprescindibles; al igual que la necesidad de una reforma general de salarios, la cual permita equilibradamente que los empleados en el sector estatal mejoren sus condiciones de vida y no vean deteriorarse más su poder adquisitivo, con medidas de mitigación de riesgos y antinflacionarias, atención a sectores vulnerables y un rol importante de la comunicación para explicar y fundamentar esas transformaciones.

Una planificación sin camisa de fuerza

La flexibilidad ha de caracterizar el Plan de la economía para el presente año y debe ser también premisa para 2020, afirmó Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, en intercambio con los delegados.

Enfatizó en que flexibilizar significa que, aunque no haya sido incluida inicialmente en el Plan, donde quiera que se identifique una actividad generadora de bienes y servicios redituables hay que acometerla e incluirla en los proyectos, pero insistió en que siempre debe sustentarse sobre la base de la viabilidad económica.

El Plan es una asignación primaria de recursos, pero no una camisa de fuerza, dijo Gil Fernández, y conminó a los trabajadores a ser proactivos a la hora de identificar nichos de eficiencia y actividades que generen ganancias a corto plazo.

Igualmente, expresó que la producción nacional para sustituir importaciones, el impulso a las exportaciones y los encadenamientos productivos son las principales prioridades trazadas para la economía cubana. Añadió que, si bien en el primer trimestre se cumplen los planes productivos en rubros generadores de divisas, como el tabaco y el ron, sectores como el turismo no logran saldar sus compromisos en ese período.

Explicó que el país invierte cifras considerables para la adquisición de combustible y alimentos para la población y la crianza animal.

En medio de un escenario económicamente complejo, caracterizado por restricciones económicas propiciadas por deudas contraídas con los acreedores; y las limitaciones objetivas que se asocian al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, Gil Fernández afirmó que poder crecer como se tiene previsto, en un 1,5 por ciento, dependerá de la ejecución de las inversiones de manera responsable, y la sustitución de importaciones, básicamente.

El año 2020 tiene sus prioridades

En los debates en los colectivos laborales, los delegados criticaron fuertemente el desempeño de la organización sindical. Foto: Roberto Suárez

La producción de alimentos, la construcción de viviendas, el desarrollo del transporte y la informatización de la sociedad, esta última no solo vista como promotora de redes sociales y otras aplicaciones, sino en función de la producción, son las prioridades del Plan de la economía para 2020, según informó el titular de Economía y Planificación.

Priorizar el financiamiento a la industria nacional, para producir dentro de la Isla todo lo que sea posible, es clave para avanzar en el diseño del Plan. En tal sentido, Gil Fernández insistió en que para cumplir lo planificado en 2020 hay que hacer un proceso de elaboración de la economía más participativo y flexible; discutir con los trabajadores todas las potencialidades para importar menos, exportar más y lograr encadenamientos.

Aseguró que las administraciones tienen que identificar esas potencialidades y que es en la base donde realmente se puede decidir dónde están las reservas que generan ingresos, entre estos los provenientes de las exportaciones.

Gil Fernández sostuvo que a pesar de las limitaciones y las adversidades que hoy afrontamos, el crecimiento de la economía es posible lograrlo si se trabaja sobre la base del ahorro y el uso eficiente de portadores energéticos, se destierra el robo y se desatan todas las fuerzas y alternativas que permitan encadenar sectores y aprovechar las bondades de la inversión extranjera.

Subrayó que es preciso buscar y encontrar soluciones nacionales, apostando a los proyectos de desarrollo local, y perfeccionar la empresa estatal socialista con la participación proactiva de los trabajadores.

Sobre los principales desafíos, el Ministro de Economía y Planificación mencionó las restricciones financieras, la necesidad de aumentar las exportaciones y de reducir el nivel de endeudamiento, y dejar atrás la  ineficiencia de las inversiones.

Aludió que existen atrasos en algunos pagos de deudas que ponen frenos al desarrollo de la economía, incluso impactan en los niveles de actividad concebidos en el Plan. Se refirió críticamente al ineficiente cumplimiento del proceso inversionista, no solo porque incumple con lo planificado, sino también porque no siempre las obras aseguran una amortización de los gastos una vez puestas en marcha.

Gil Fernández insistió en la necesidad de defender la producción nacional siempre que sea competitiva en términos de calidad y precios. Igualmente, conminó a incrementar niveles de competitividad, que genera empleos y da soberanía, así como propiciar encadenamientos productivos que incluyan la inversión extranjera y formas de gestión no estatal.

Poner cada centavo donde más falta hace y en corto tiempo tribute ganancias, es, según el titular de Economía y Planificación, una estrategia indeclinable para salir adelante en 2019 y en los años siguientes.
Los brazos que nos sostienen

Con una fotografía del empleo en la Cuba actual a grandes rasgos, comenzó su conferencia Margarita González Fernández, ministra de Trabajo y Seguridad Social, durante la primera jornada de la magna cita de los trabajadores cubanos. En tal sentido, expresó que, en números redondos, los ocupados en la economía de la Isla, al cierre de 2018, ascendían a 4 500 000; de ellos, unos 3 000 000 en el sector estatal, y cerca de 1 400 000 en el no estatal.

La Ministra hizo alusión al sector no estatal, el cual incluye la base productiva de la agricultura y la caña, un grupo de cooperativas no agropecuarias, trabajadores por cuenta propia, y otros actores asociados al ámbito de la cultura.

Al abordar lo referente a la tasa de desocupación, González Fernández no pasó por alto que en los últimos años se ha dado un fenómeno consistente en que casi dos millones de personas en edad laboral, actualmente desocupados, no están buscando empleo. En ese grupo hay un alto porciento de mujeres que declararon estar enfrascadas en quehaceres del hogar, y unos 560 000, casi todos hombres jóvenes, que dijeron no estar buscando empleo, ni estarlo necesitando. Es una realidad, reflexionó la Ministra, que exige diversas medidas para que pueda irse revirtiendo.

A partir de lo que establece el Código del Trabajo, la Ministra hizo alusión a la política que está trazada para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. En tal sentido se atiende de modo priorizado la ubicación de determinados segmentos de la sociedad, como los licenciados del Servicio Militar Activo, las personas que cumplen sanción o medidas de seguridad en libertad, y aquellas con discapacidad, o las que están buscando empleo.

En lo relacionado con la inserción al empleo, tanto en el sector estatal como en el no estatal, la titular expresó que existe correspondencia entre ambos universos y las necesidades que está presentando la economía del país. Unas 134 000 personas fueron ubicadas en puestos laborales: 93 por ciento en el sector estatal, y un siete por ciento en el no estatal.

A propósito de la nueva gestión de empleos en el sector estatal, González Fernández explicó que el 68 por ciento de las opciones pertenecen a los sectores del turismo, agropecuario y la industria electrónica. Para el presente año hay identificados más de 21 000 nuevos empleos que serán generados como parte del Plan de la economía.

Asuntos que inciden en el universo laboral, como la fluctuación de la fuerza de trabajo, las plantillas infladas en determinados sectores, o el poco estímulo que generan salarios bajos, fueron abordados por la Ministra en su intervención.

Sobre los salarios como condición que defina la estabilidad de un trabajador en un centro, la Ministra de Trabajo y Seguridad Social reflexionó que hay otras condicionantes, atendiendo a que también en lugares donde hay salarios altos la fuerza laboral fluctúa. Es una realidad, meditó la titular, que demanda análisis en cada entidad laboral, los cuales apunten a tomar medidas organizativas con las que se haga un uso óptimo de todas las reservas posibles. Solo así quedarán atrás procesos productivos incorrectamente diseñados, o normas de trabajo mal calculadas.

Por otra parte, como argumentó la titular de Trabajo y Seguridad Social el esquema demográfico de la Isla constituye un verdadero desafío: la población en edad laboral tiende a descender; y se calcula que para 2021 sean más los que salen del universo laboral que quienes entran en él. Hasta 2023, unos mil trabajadores sostendrán a 660 que no trabajan; y para 2030 la misma cifra de mil sostendrá a unos 820 que no laboran. Para nadie es un secreto que esa es una situación crítica, detalló.

Acerca de un tema cardinal como el de las violaciones de las disciplinas, la Ministra reflexionó que en lo concerniente al robo del combustible debe buscarse una justa correspondencia entre la gravedad de ese delito y las medidas disciplinarias que se adopten desde el Código del Trabajo; porque la tolerancia ante un fenómeno tan dañino para la economía es inadmisible.

A la primera jornada del 21er. Congreso de la CTC asistieron José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido; los miembros del Buró Político Salvador Valdés Mesa, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, así como el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, entre otros invitados.