El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, durante su intervención en un debate con otros contrincantes que aspiran a la candidatura presidencial demócrata.

El alcalde de Nueva York y precandidato presidencial demócrata, Bill de Blasio, le puso los pelos de punta a la mafia anticubana de Miami, luego de gritar, ante unos trabajadores del aeropuerto de esa ciudad, la conocida frase del Che Guevara: «¡Hasta la victoria, siempre!»

Según reportó la agencia AP, después de participar el miércoles en la noche en un debate entre aspirantes a la candidatura presidencial demócrata, De Blasio visitó el jueves el aeropuerto internacional de Miami para solidarizarse con los trabajadores de carga en esa ciudad que se declararon en huelga por las deplorables condiciones laborales que enfrentan.

En el encuentro, De Blasio dijo que apoyaría «en todo momento» a los trabajadores y gritó en español: «¡Hasta la victoria, siempre!», una frase que, como todo lo asociado al Che Guevara, causa espanto en la ciudad a donde fueron a parar los herederos de la sangrienta dictadura de Batista, tras su derrota en enero de 1959.

Inmediatamente, el senador federal, Rick Scott, republicano de Florida y viejo cómplice de la política anticubana, tuiteó: «En caso de que haya alguna duda de que los demócratas que aspiran a la presidencia están adoptando el socialismo, @BilldeBlasio se encuentra en Miami citando al... Che Guevara».

Y la senadora estatal de Florida, Annette Taddeo, también en Twitter, se declaró disgustada por lo que consideró algo «completamente inaceptable»: que alguien que «pretende ser líder del mundo libre» cite al revolucionario argentino-cubano, nada menos que en Miami.

Luego de tales reacciones, De Blasio se vio obligado a disculparse, y tuiteó posteriormente que «no sabía que la frase que utilicé hoy en Miami estaba asociada con el Che Guevara y no tuve intención de ofender a nadie que la haya tomado como tal».

«Me disculpo por no entender esa historia. Lo dije como mensaje literal a los trabajadores aeroportuarios de que creo que saldrán victoriosos en su huelga», agregó.

Está claro que el alcalde de Nueva York no conoce ni la historia de la frase, ni la de esa ciudad. Si así hubiera sido, probablemente habría cambiado la palabra victoria por derrota; sin dudas, una más acorde con los resentidos ánimos de los habitantes del intolerante «mundo libre» de Miami.