Brigada de médicos del contingente Henry Reeve

Ya está en México una brigada de médicos del contingente Henry Reeve, que atenderá a damnificados por los terremotos que asolaron a ese país.

No son tiempos de muros, son tiempos de puentes. Después de las afectaciones por el huracán Irma, Cuba ha recibido la solidaridad de muchos países del mundo. Y aún en tiempos de contigencia, sentimos el deber y la responsabilidad de ofrecer apoyo a otros países que enfrentan dificultades.

Es el caso de México, asolado por dos poderosos terremotos, que causaron la muerte a centenares de personas.

Ayer partió hacia ese país, desde el aeropuerto internacional José Martí, la brigada médica número 27 del Contingente Internacional de Médicos Especializados en el Enfrentamiento a Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.

Es el contingente que creó Fidel Castro, en septiembre de 2005, y que ya ha brindado servicios en 19 países.

No van esos médicos en viajes de placer, no van a recibir altísimas remuneraciones... Muchas veces el panorama al que se han enfrentado ha sido dantesco, y las condiciones de trabajo suelen ser muy difíciles.

Pero llama la atención la disposición de esos profesionales, el sentido de la responsabilidad y la ética que ha sido reconocido por las poblaciones y los gobiernos de los países donde han laborado.

Todos los integrantes del grupo que está en México tienen más de 10 años de experiencia laboral y han cumplido misiones anteriores. Proceden de casi todas las provincias del país.

El principio de Cuba no ha sido «donar» lo que le sobra, sino compartir lo que se tiene. Gracias al empeño de Fidel Castro, las brigadas médicas son la cara más visible de esa obra solidaria.

Las principales autoridades de la salud en el mundo han destacado el aporte de esta pequeña isla en el enfrentamientos a graves problemas sanitarios en todo el mundo.

La lucha contra el ébola en África fue una muestra reciente.

Estos 40 médicos que comienzan a trabajar en México deberán protagonizar otra página de desinterés e internacionalismo. Una más, no la última.