Esperanza de vida para el corazón

El CIGB-500 (nombre provisional) ­–proyecto llevado a cabo por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB)– estará disponible en el próximo año (2019), con el objetivo de identificar la farmacología molecular de los efectos citoprotectores, en pacientes afectados con infarto agudo del miocardio.

Formado por seis aminoácidos, el producto con un sustancial expediente de seguridad acumulado, tiene como función extender la calidad y duración de vida de las personas con infarto agudo del miocardio, uno de los más graves padecimientos de cardiopatía isquémica.

«También amplía los mecanismos celulares de citoprotección durante la isquemia hepática o cardíaca y los episodios de reperfusión ocurridos cuando se emplean tiempos relevantes durante la cirugía», explicó el director de Promoción y distribución nacional del CIGB, José Brito León.

El CIGB-500 concluyó su etapa de desarrollo y preclínica. También la formulación liofilizada inyectable terminó con una estabilidad demostrada de 12 años. En el 2008, se completó un ensayo clínico fase I en voluntarios sanos, y desde noviembre del 2013 comenzó la fase II en pacientes afectados, apuntó el especialista.

Alyané Vásquez González, jefa del Grupo de Comunicación del (CIGB), puntualizó que mediante la aplicación de doxorubicina (DX) se probó que puede prevenir el fallo del corazón y otras complicaciones sistemáticas. Y de modo terapéutico, puede restaurar el daño en el tejido del miocardio y la falla de la función cardíaca.

A propósito, el informe Proyectos Biomédicos del Portafolio de Negocios del (CIGB), plantea que este proyecto, como primera medicación aplicada para el tratamiento de esta enfermedad, permitirá disminuir la extensión del infarto, proteger los órganos epiteliales del cuerpo de los daños producidos por los eventos de isquemia-reperfusión, tratar el daño hepático y controlar y reducir la progresión de la fibrosis hepática.

Asimismo, Yunia Delgado Castillo, especialista del Grupo de Comunicación del CIGB, refirió: «Después de los estudios realizados se llegó a la conclusión de que el CIGB-500 no presenta incompatibilidad con los fármacos de uso más común aprobados para el tratamiento de este padecimiento, por lo que se espera, con el desarrollo de este producto, satisfacer la demanda nacional e incorporarse al Sistema Nacional de Salud y de exportación».

En nuestro país, el infarto agudo del miocardio constituye la tercera causa de muerte por enfermedades del corazón, siendo responsable de una cantidad de 7 177 personas fallecidas en el año 2017, según el Anuario Estadístico de Salud Pública.