Cuba y la COVID 19
 
La Habana, 1 jun (Prensa Latina) Transcurridos más de 80 días desde la aparición de los primeros casos de Covid-19 en Cuba, la isla caribeña muestra resultados en el control de la enfermedad y se enrumba a nuevo periodo inevitable: la endemia.
 
Una etapa descrita por epidemiólogos como 'presencia habitual de una enfermedad', en otras palabras, un período en el que debemos aprender a convivir con ella ante la inexistencia de una vacuna para protegernos, pues aún somos susceptibles a este patógeno.

En las últimas semanas, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) reporta una disminución del número de pacientes confirmados, cuyas cifras oscilan entre 10 y 20 casos, hecho que conduce a un comportamiento favorable en la curva de contagios, pues se registran más altas médicas que casos confirmados.

Otra tendencia de significado es que hace más de dos semanas siete provincias dejaron de reportar pacientes positivos y las personas en estado grave son mínimas, incluso desde hace varios días se dejan de reportar casos críticos.

Tales datos, explican las autoridades, reflejan el bajo patrón de pacientes en esas condiciones: 7,6 y 3,3 por ciento respectivamente, que contrasta con lo sucedido a nivel global, que se comporta entre el 15 y 20 por ciento.

De ahí que la ruta a seguir para mantener su control, después del descenso de la curva de nuevos casos, es abrir más el abanico de estudios para la detección de posibles contagios y sus contactos en poblaciones aparentemente sanas.

En la búsqueda además, explican los especialistas, de los polémicos asintomáticos, que en el caso de Cuba representan por el momento el 50, 8 por ciento de los confirmados, hasta el cierre de esta información.

Para lograrlo, las autoridades sanitarias pusieron en marcha nuevas pesquisas, una de ellas abarca cuatro mil personas, de mil 400 hogares, a quienes se les realizará la PCR, la prueba más sensible y específica, basada en la biología molecular para detectar al virus SARS-Cov-2.

Mientras, otro grupo poblacional es pesquisado con el diagnosticador UMELISA SARS-CoV-2 IgG, un reactivo de tecnología SUMA (Sistema Ultra Micro Analítico), destinado a detectar anticuerpos generados por el nuevo coronavirus.

Completado hasta la fecha el 80 por ciento de la muestra, fueron detectados cuatro casos positivos, de ahí que en el país, tanto con los PCR como los kits rápidos se han pesquisado 19,3 por cada mil cubanos, según datos oficiales.

Mientras, los estudios sobre la evolución de la enfermedad avizoran varios contextos en un futuro cercano: el escenario endémico, con la reaparición de pequeños brotes controlables.

A juicio del decano de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana, Raul Guinovart, al frente de un equipo de especialistas que siguen desde las ciencias aplicadas el comportamiento de la pandemia, luego del pico inicial con la aparición del mayor número de casos, en lo sucesivo ocurrirán ondulaciones, que serán los rebrotes.

Esto sería lo más probable, dijo al explicar el significado de la tabla, solo se podría mantener esa situación si se mantienen las medidas dictadas por las autoridades sanitarias.

Otros dos escenarios serían el crítico, descartado por el científico pues, a su juicio, sería negar lo que se ha hecho hasta ahora.

El otro modelo, considerado un escenario ideal, sería aquel sin reaparición de casos confirmados. Esto es poco probable que ocurra, ya que existe una mayoría poblacional susceptible, además de los asintomáticos, quienes trasmiten la enfermedad.

Explicó que en condiciones normales, siempre existirán casos y mantener en cero la presencia de casos en las situaciones actuales es difícil.

A casi tres meses del reporte de los primeros casos positivos a la Covid-19 en Cuba, su evolución muestra dos mil 45 casos acumulados, 83 fallecidos y mil 809 personas lograron vencerla.

De hecho, un grupo de ellos se benefician de varios ensayos destinados a minimizar los efectos de esta desconocida enfermedad, como la aplicación de células madre y el plasma hiperinmune, prácticas aplicadas además en el resto del mundo.

La comunidad científica cubana busca dar la estocada final para mantener el control definitivo de la pandemia, ante la inexistencia de una vacuna, sin embargo, insisten en la persistencia de las medidas higiénica-sanitarias, la responsabilidad individual y colectiva y el aislamiento social para lograrlo.