Bajo el lema Transformar la salud global se celebra este 25 de septiembre el Día Mundial del Farmacéutico signado por un reto, un gran reto, afrontar y vencer la crisis originada por la COVID-19, en la que la labor de los farmacéuticos adquiere una mayor relevancia.
Ello está dado, sobre todo, porque estos profesionales de la salud cumplen una misión de asesoramiento, consejos sobre el empleo correcto y adecuado de los medicamentos, las labores de vacunación, entre otros aspectos.
Establecido por la Federación Internacional Farmacéutica (FIF) durante un Consejo celebrado en septiembre de 2009 en Estambul, Turquía, tan importante efeméride se celebra desde el año 2009.
La fecha seleccionada responde al día en que fuese creada la FIF, organización no gubernamental que agrupa diversas asociaciones de farmacólogos y farmaceutas de todo el planeta, la cual fundada el 25 de septiembre de 1912 en La Haya, Países Bajos. En la actualidad representa a más de cuatro millones de profesionales.
Su objetivo es bien claro: promover y apoyar el papel que desempeñan los farmacéuticos en la prevención de enfermedades, promoción de la salud y seguimiento de tratamientos a nivel mundial.
En 1914, la federación vio interrumpidas sus labores debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, y no se volvió a reunir hasta el año 1922. Posteriormente, realizó sus trabajos de manera irregular en distintas ciudades europeas hasta la llegada de la guerra en 1939, cuando cesaron sus funciones por un período de siete años. Luego, continuaría trabajando por mejorar la salud global.
La Federación Internacional Farmacéutica ha colaborado con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y distintos gobiernos del mundo, ofreciendo experiencia técnica y ejecutando proyectos conjuntos, además de contribuir en planes de acción que buscan avances en las ciencias, la educación y la práctica farmacéutica.