Manuel Marrero Cruz, ministro de Turismo, ratificó en La Habana su satisfacción por los resultados de la Feria Internacional del sector, FitCuba 2019, demostrados no solo en los nuevos convenios rubricados con firmas extranjeras, sino en la amplia aceptación que han tenido entre los cubanos las ofertas para vacacionar, dadas a conocer el último día del evento.
En declaraciones a la prensa durante un recorrido por obras del sector que se ejecutan en saludo a los 500 años de La Habana, a modo de ejemplo –y como cifra preliminar- señaló que en las primeras tres horas de esa feria popular en La Cabaña, el sábado, más de 300 mil cuc se habían comercializado en la venta de paquetes turísticos para el verano y el resto del año.
Se trata de excursiones, de reservaciones para hoteles con todo incluido y casas, dijo, y reiteró que la gran cita, dedicada a la capital y a España como país invitado, cumplió con creces sus objetivos no solo por la cifra record de turoperadores, profesionales y firmas, sino por los contratos, negociaciones y perspectivas surgidas allí, y la propia organización y lucidez del encuentro.
Ello resulta más significativo por ocurrir cuando el gobierno norteamericano, con la activación del título III de la Ley Helms-Burton, pretende recrudecer el bloqueo, aislarnos y desestimular los viajes; sin embargo, la feria demostró que Cuba no está aislada, aquí no vino nadie con miedo, ni con pretensiones de retirar sus negocios, por el contrario, recibimos apoyo y la disposición de ampliarlos, acotó Marrero Cruz.
En compañía de Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, y de Reinaldo García Zapata, presidente del gobierno en el territorio, el titular del Ministerio del Turismo recorrió un grupo de obras destinadas al alojamiento y la recreación de visitantes nacionales y foráneos, en las cuales precisaron detalles en aras de su calidad, confort y explotación acorde con los cánones internacionales.
Asuntos relacionados con las señalizaciones, la alimentación, la integralidad de los servicios y ofertas al turista, la disponibilidad de redes wifi y con cuanto todo lo que pueda hacerlos sentir como en casa, y con el deseo de volver y recomendarles a otros el destino Cuba, fueron vistos con inversionistas, constructores y autoridades locales.
Así sucedió en la finca Guanabito- Mi hacienda, del grupo Palmares, en las inmediaciones de Campo Florido, en La Habana del Este, cuya remodelación de esa instalación gastronómica permitirá no solo aumentar las capacidades para atender diariamente a cientos de visitantes, sino acercarlos a la vida rural, a conocer cómo viven los campesinos cubanos.
Otras obras que próximamente entrarán en funcionamiento, y cuya ejecución constataron los dirigentes- son la cafetería El Trébol con su bar Ébano y Marfil, en la Vía Blanca, también en las playas del Este; y el café Boulevard –bellamente remozado- de Galiano y San Rafael, en Centro Habana.
El recorrido concluyó en el complejo gastronómico 1830, al que además de restaurarse el patrimonial inmueble, se le remodelan espacios casi en desuso para convertirlos en una cafetería climatizada, en un bar para la venta de vinos y un área destinada al karaoke.
También dejaron inaugurado el hotel Vedado Azul, el primero en Cuba para el alojamiento de grupos de amigos o de estudiantes interesados en recorrer la ciudad, conocer su patrimonio, bajo del principio de que a diferencia de un hotel en una habitación pueden pernoctar varias personas al disponer de literas confortables. (ACN).