Alejandro Romero EmperadorEl espeleólogo Alejandro Romero Emperador, delegado de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre en esta provincia central, revive su participación en la expedición En canoa del Amazonas al Caribe, acaecida hace 30 años.

En entrevista exclusiva con Prensa Latina Emperador -apellido por el que todos lo conocen aquí- expresó que en 1987 tuvo la oportunidad de integrar esa travesía.

'Ello permitió demostrar que las culturas arahuacas fueron las primeras en llegar a Cuba, desde el Orinoco, hace más de siete mil años', subrayó.

Este recorrido, aunque no lo hice completo, representó para mí algo importante porque formé parte del grupo del V Centenario del Encuentro de las Dos Culturas (europea y aborigen) y por el hecho de que Núñez Jiménez, mi maestro de toda la vida, me tomó en cuenta, dijo.

Nosotros partimos de Baracoa, en el extremo oriental cubano, pasamos por varias islitas hasta llegar a la Isla de San Salvador (Bahamas), donde concluyó la travesía el 28 de junio de 1988, precisó.

Antes de la expedición Núñez Jiménez me dio otras tareas y en general participé en la parte logística en todo el proceso, señaló.

HATUEY: LA CANOA INSIGNIA

En total fueron cinco canoas las que participaron en la ruta, de ellas la Hatuey, la insignia, y la Simón Bolívar, ambas se perdieron en medio de una tormenta o tempestad, expuso.

Hatuey fue un cacique taíno proveniente de la isla de Quisqueya que luchó contra los conquistadores españoles en esa isla y en Cuba, considerado el primer rebelde de América, mientras que en Baracoa hay un monumento que lo recuerda.

Yo hice el viaje en la canoa Hatuey, esa que desapareció y reapareció después en Punta del Diablo, la misma que está en la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre en La Habana.

De las otras tres una se quedó en Sancti Spíritus 'porque yo fui en la expedición y Núñez Jiménez me dijo que debía estar aquí para que la juventud viera cómo viven los indios en el Amazonas', agregó.

Un pequeño museo, donde se exhibe una de las canoas empleadas en el viaje, es albergado por la Fundación Antonio Núñez Jiménez de Sancti Spíritus, cuya cabecera está a unos 350 kilómetros al este de capital del país. La embarcación expuesta aquí fue construida en madera de suncho por indios quechuas, detalló.

El viaje en canoa del Amazonas al Caribe hizo un recorrido de 17 mil 422 kilómetros, visitó 20 países y participaron 432 personas, incluyendo los indios guías y los que construyeron las embarcaciones, así como 90 investigadores, subrayó.

EL CUARTO DESCUBRIDOR DE CUBA

Antonio Núñez Jiménez, es considerado por las sociedades cubanas de Espeleología y Geografía el cuarto descubridor de la Isla después de Cristóbal Colón, Alejandro de Humboldt y Fernando Ortiz.

Este científico de la mayor de las Antillas sostuvo una estrecha relación de trabajo con el territorio espirituano, iniciada en 1947 por la zona de Caguanes.

Entre las anécdotas que Emperador conserva de su antiguo maestro está la referida a la canoa Hatuey, un líder o guerrero indio que los colonizadores españoles quemaron en la hoguera.

A Hatuey los conquistadores le dijeron que si se arrepentía de sus pecados iría al cielo o de lo contrario al infierno, y la historia recoge que él prefirió ir al infierno si en el cielo encontraría de nuevo a los que tanto daño hicieron, apuntó.

Con la canoa nombrada Hatuey se cumplía la profecía -le dijo Núñez Jiménez- pues esta se pierde en el trayecto, pero reaparece en la Punta del Diablo, en Vieques, Puerto Rico, aclara.

Explica que Núñez Jiménez 'muy dado a las anécdotas, recordó que en el recorrido por el Caribe iban 26 investigadores y un negro y que Cristóbal Colón también traía a un hombre de piel negra en su viaje'.

Emperador, hombre locuaz, rememora ahora que en la Isla Acklin (Bahamas) estuvo Antonio Maceo antes de venir en la invasión a Cuba y que del río Napo, en Quito, Ecuador, partió la expedición el 2 de marzo de 1987 y ese día se produce una erupción del volcán Reventador.

UNA VIDA DEDICADA A LA ESPELEOLOGÍA

Con una larga trayectoria, Emperador fue también presidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba y es fundador del grupo espeleológico Samá, nombrado así por su lugar de creación.

Samá ha localizado en el Macizo de Guamuhaya -al centro del país- más de 330 cuevas y entre sus investigaciones sobresalen las tres cavidades cársicas más altas de Cuba, la espelunca más profunda y la estalagmita más grande del mundo, con 67 metros de altura.

De acuerdo con el entrevistado, actual director del grupo, la idea del proyecto surgió en 1954 por iniciativa de su padre, Manuel Romero, aficionado a la espeleología desde joven.

La travesía del Amazonas al Caribe fue organizada por Núñez Jiménez, entonces presidente de la Comisión Cubana para el Encuentro de las Dos Culturas, con motivo de los 500 años de la llegada de los españoles a América.

En la Isla Gran Inagua, la más cerca de Cuba, se colocó una placa, porque allí estuvieron el Héroe Nacional cubano José Martí (1853-1895) y Máximo Gómez, puntualizó. Cristóbal Colón dice en su diario que llegó a San Salvador (Bahamas) y allí nosotros vimos evidencias arqueológicas en una franja de tierra en la isla, donde encontramos cerámica, machacadores y cuchillos de sílex, resaltó.

Por eso se supone que esa sea la isla que no es isla como la denominara Colón, apuntó.

Recientemente, Ecuador organizó un evento internacional para celebrar las tres décadas transcurridas de esta travesía de investigación científica que partió de Quito, capital del país, hasta llegar a Cuba.

El encuentro inició el día 28 de abril en la capitalina Casa Museo Guayasamín, mientras los días 29 y 30 tuvo lugar un programa de actividades en Puerto Misahuallí, provincia de Napo, donde comenzó la navegación.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció a todos los documentos emanados de ese viaje como parte de los archivos de la Memoria del Mundo regional.

El incansable Emperador no detiene su andar y así se le puede encontrar tras la huella de un cocodrilo, absorto en el cuidado de los perros necesitados de afecto o en la Fundación que dirige impartiendo alguna conferencia a un grupo de extranjeros sobre la conservación del medio ambiente.