La medición del impacto social de la ciencia y la tecnología constituye un tema pendiente para la mayoría de los países latinoamericanos. A pesar de la incorporación de este particular a las políticas de ciencia y tecnología, así como a la realización de proyectos de investigación, que proponen su abordaje muy a tono con las características propias de nuestra región, las experiencias de conceptualización y medición no han encontrado un marco de normalización, como los ya existentes, tanto para el impacto económico como para el científico.
La importancia medular de la ciencia y la tecnología para el desarrollo económico y social es abordada en la Declaración sobre la Ciencia y el Saber Científico, fruto de la Conferencia Mundial efectuada en Budapest, en 1999: donde se expone que “lo que distingue a los pobres (sean personas o países) de los ricos, no es solo que poseen menos bienes, sino que la gran mayoría de aquellos está excluida de la creación y de los beneficios del saber científico¨
Cuba, a pesar de tantas limitaciones a las que se ha tenido que enfrentar, siempre mantuvo un elevado desarrollo de este aspecto, mostrando resultados loables a nivel internacional y de amplia relevancia. Una de las disciplinas en que mejor se ha desempeñado es en la salud, logrando alcanzar elevados índices de calidad, para lo cual sobresale la producción de un gran porciento de sus propios medicamentos.
En el caso específico de la meteorología, también Cuba puede enorgullecerse de tener un sistema que funciona perfectamente, a pesar de las limitaciones tecnológicas. Los tiempos que corren requieren del concurso de los científicos para producir nuestros propios radares meteorológicos, así como intentar llevar a la población un servicio de calidad, a pesar de contar con tecnologías obsoletas y deficientes.
Es por ello que debemos reconocer, en todas las instancias, la labor que se realiza en cada centro dedicado a la investigación y el desarrollo de la ciencia, porque son esos lugares donde se hace cumplir la necesidad expresada hace más de 60 años por el líder histórico de la Revolución cuando vaticinó, que el futuro de Cuba tendría que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia. Llegue a todos los trabajadores e investigadores de la ciencia cubana una felicitación en su día, a celebrarse este 15 de enero.