A+, espacios para Adolescentes…

El Centro a + espacios adolescentes no solo está destinado a los adolescentes de La Habana Vieja, sino de todos los municipios capitalinos.


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La Habana-. Ser adolescente significa un reto ante la dicotomía que supone no saberse niño ni adulto. Frente a la vorágine de emociones propias de este período, el Centro a+ Espacios Adolescentes, propone una cartera de actividades para los más jóvenes de la capital cubana.

Como parte de un proyecto de colaboración entre el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, la institución llega para marcar un antes y un después en el trabajo con púberes a nivel de país.

Sheyla Alfonso Rabelo, coordinadora del proyecto, nos habla acerca de cómo surge la idea de fundar un proyecto como Centro a+ Espacios Adolescentes.

Tras un largo proceso de experimentación sobre la base de las principales inquietudes de su público meta, hoy el centro mantiene un amplio programa de actividades que abarcan servicios de consejería, eventos culturales y recreativos y talleres de creación artística. Estos últimos, a decir de Yoylán Cabrales Gómez, coordinador del área tecnológica, constituyen “la idea central del proyecto”.

 

A+, espacios para Adolescentes…

Allende de las dinámicas ofrecidas, a+, como también se conoce, procura reinventarse una y otra vez a fin de crear un espacio, único de su tipo en Cuba, donde los adolescentes puedan adquirir conocimientos, aprehender diversas labores u oficios, y, al mismo tiempo, recrearse a través del rol de figura principal.

A+, espacios para Adolescentes…

A+, espacios para Adolescentes…

A+, espacios para Adolescentes…

A+, espacios para Adolescentes…

A+, espacios para Adolescentes…

Pese a los avances obtenidos, Lisset Ametller, directora del centro aseguró al semanario Tribuna de La Habana:

    Nos falta mucho por hacer para que se sientan dueños de los espacios. A veces, incluso, se muestran un poco temerosos, porque no están habituados a tener protagonismo y autonomía, sobre todo en un centro cultural. No es habitual, pero eso no significa que sea imposible.