Festival Habana Clásica, un circuito abarcador de eclecticismo

 

El Festival Internacional Habana Clásica en esta capital ocupa hoy las principales plazas de conciertos de la ciudad con la participación de solistas, directores y agrupaciones de 17 países y está dedicado al flautista cubano Roberto Ondina.

Bajo la dirección artística del pianista Marcos Madrigal, esta quinta edición del evento anda en la búsqueda aún de covertirse cada año en «una gran fiesta» de la música clásica, comentó el artista en un reciente entrevista.

El músico apuntó que su idea fue crear un puente entre el circuito clásico europeo -que es mayormente su área de trabajo- y la realidad cultural de esta Ciudad Maravilla de Cuba.

Dicha propuesta anual arrancó hace una semana y cerrará sus puertas el 3 de diciembre, no sin dejar tras de sí una estela cargada de armonías suaves, notas de conciertos, clases magistrales y eventos de música clásica.

La agenda completa del certamen cultural abarca las salas de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, el Oratorio San Felipe Neri, adem´ss, de la Fábrica de Arte Cubano y la Sala Ignacio Cervantes.

Mientras, la cartelera va acompañada de varios compositores cubanos, entre ellos, el propio Madrigal y la flautista Niurka González, y músicos extranjeros de la talla del flautista holandés Jacques Zoon.

Madrigal comentó que el público tiene que estar preparado para «una gran explosión musical», un encuentro entre dos estilos: el repertorio clásico universal, el de las tradiciones no académicas y el contemporáneo, con lo cual se convierte el evento en una colorida fiesta, añadió el director artístico.

El Festival Internacional Habana Clásica está destinado en esta ocasión a inspirar a los más jóvenes y, a su vez, es un «dulce desafío», aseguró el músico, quien ve así cumplido su sueño de convocar a grandes artistas de todos los continentes.

Fundado en 2017 por Marcos Madrigal, el festival Habana Clásica fomenta el crecimiento artístico de jóvenes talentos a través del diálogo directo con algunos de los intérpretes más destacados del orbe.

Articula, además, un programa alterno con conciertos, docencia y proyectos sociales, elemento singular que lo posiciona como referente dentro del panorama cultural citadino.

Por segunda ocasión, el evento cuenta con el respaldo de la Cooperación Suiza (Cosude), el Fondo de Arte Joven, una plataforma cultural de Cosude que apoya la creación artística emergente la cual lidera la gestión financiera y operativa del festival.

La cita cuenta también con el auspicio de la Asociación Cultural Habana Clásica con sede en Roma, Italia, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y el Instituto Cubano de la Música.

Orquestas de naciones como Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, además, de Líbano, Mali, Países Bajos, Polonia y Reino Unido se reúnen aquí para regalar lo mejor de la música clásica del mundo, en el contexto de otros festejos, los del cumpleaños 504 de La Habana.