Sigue la pandemia obligando a corregir el tiro por el camino, y ahora tendremos la primera semifinal de la pelota cubana antes de conocer a uno de los protagonistas de la otra, y sin refuerzos.
La inestable situación, y sobre todo, lo incierto del futuro, obliga a tomar medidas no previstas inicialmente para avanzar lo más posible, y por eso la Comisión Nacional de Béisbol decidió arrancar con el duelo Pinar del Río-Granma, aunque todavía esté pendiente el de cuartos de final entre Santiago de Cuba y Las Tunas.
Como resultado, no se podrá contar con refuerzos, lógicamente porque faltaría un equipo de los que deben escoger, pero me parece que es lo más atinado.
Quienes llevan un tiempo siguiendo este sitio saben que nunca he sido partidario de los refuerzos en sentido general, por el hecho de que de cierta manera alteran la competencia.
No obstante, han brindado mucho colorido en los últimos años, pero ahora, para jugar unos 10 partidos, realmente no tenía mucho sentido.
Cuando se trata de jugar una segunda fase sí es importante que jugadores estelares de nuestro país no se queden fuera, porque se trata de una cifra importante de desafíos, pero solamente para la postemporada no tiene mucha razón de ser, y sí alterarían bastante la fisonomía de los planteles.
Por tanto, creo que tampoco debe haber refuerzos para la hipotética final, y que cada cual libre la batalla con las armas que posee, como fue en la gran mayoría de nuestras Series Nacionales.
Entrando al tope que se iniciará dentro de unas horas, mucho tiene que haber mejorado la ofensiva de los Alazanes para poder hacerle frente a los Vegueros. Si no pudieron producir como se esperaba ante el pitcheo de Industriales, de los peores del campeonato, las opciones parecen reducirse notablemente cuando enfrenten al de los occidentales.
No obstante, habría que ver si lo de la ofensiva pinareña fue un momento de inspiración en cuartos, o realmente despertó. Los lanzadores granmenses, en especial Lázaro Blanco y César García, se mostraron dominantes ante los Azules y deben representar un mayor desafío para el ataque de los Pativerdes.
Igualmente, la imagen dejada por los abridores de Pinar no es la acostumbrada, y deberán acercarse más a sus registros habituales para aspirar a llegar a la final, más ahora que ya no cuentan con Raidel Martínez y Liván Moinelo, llamados a filas por sus respectivos equipos en Japón.
Veo como grandes favoritos a los de la Princesa de Cuba, pero si los granmenses hicieron los ajustes necesarios a la ofensiva veremos un enconado duelo.