Han sido tres las competencias oficiales del Béisbol 5 a nivel mundial, y en las tres ha mandado Cuba: los Mundiales de México 2022 y Hong Kong 2024, y la Copa Mundial Juvenil de Ankara 2023.
Precisamente una chica salida de este último certamen, Haila González, fue de las más destacadas ahora en la máxima categoría.
La Jugadora Más Valiosa de Ankara 2023 se estableció entre las titulares del combinado elite y no defraudó, al cerrar con promedio de .494 (de 89-44), 21 carreras anotadas y 36 remolcadas, cifra esta última la más alta entre todos los participantes.
El capitán Briandy Molina fue una vez más el principal referente ofensivo, cuarto de los bateadores con astronómico average de .709 (de 103-73), solamente superado por el japonés Taichi Motoike (.759), el francés Nathan Guillaume Cregut (.727) y el tunecino Yahya Gara (.714), pero a todos los aventajó con creces en anotadas (43) y empujadas (29).
Los otros cinchetes en la actuación caribeña fueron Orlando Amador (.684, con 38 anotadas y 21 fletadas) y Cristian Basabe (.625, 20 y 24), pero el mérito es colectivo, desde los Más Valiosos Haila y Briandy (los dos por segunda vez porque este último lo fue también en México 2022) sin olvidar a Lietis Arcia, doble titular planetaria, quien salía solamente a defender en las postrimerías, y esta tarea tiene doble mérito.
Solamente un juego perdió el seleccionado antillano en toda la lid (donde se juega de tres a ganar dos contra todos los rivales), y fue ante Japón en el inicio de la Súper Ronda, aunque de todos modos nos llevamos el tope 2-1.
Por la corona, fue un vendaval lo que les cayó a los nipones, con triunfos claros de 16x1 y 7x5, para destrozar sus aspiraciones de destronar a los nuestros.
Fue más de un año de preparación, prácticamente sin competir internacionalmente, con el desgaste mental y físico que eso representó para los jugadores de la mayor de las Antillas, así que es momento de festejar.
Precisamente por estar fuera de los escenarios competitivos no éramos líderes del ranking mundial, pero ahora los chicos pusieron las cosas en su sitio.
El tiempo de entrenamiento fue aprovechado al máximo en una modalidad en la cual la táctica juega un papel muy importante, porque la mayoría de las veces la maña vale más que la fuerza, y horas y horas de ensayar dónde colocar cada conexión tiene su premio, al igual que las estrategias defensivas.
Otra vez Cuba deja una excelente imagen en esta modalidad, llamada a ser el estandarte de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol en el futuro no muy lejano. Es el único orgullo que nos queda de momento, mientras la disciplina de las bolas y los strikes retoma la senda ganadora de antaño, o al menos la garra que se ha visto esporádicamente en eventos recientes.
El próximo compromiso importante de este deporte es la segunda edición de la Copa Mundial Juvenil, que será el próximo año y servirá como clasificatoria para los Juegos Olímpicos de la Juventud de Dakar 2026.
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