Muchas frases del lenguaje coloquial tienen puntos de contacto con la actividad fabril e industrial. “Moler como un central”, relacionada con la producción de azúcar de caña, equivale a comer en exceso y sobre todo constantemente.
“Despalillar a alguien”, en el sentido de aprovecharse económicamente de una persona, tiene que ver con una faena tabacalera; el despalille.
De una imprenta parece haber salido el fraseologismo “estar desencuadernado”, dicho del individuo desaliñado o desgarbado.
La industria textil ha aportado, entre otras, la frase “hilar fino”, equivalente a tomar precauciones, en tanto “tejerla” es organizar un plan mental no siempre beneficioso para los demás.