Migración de familias por el cambio climático

La Habana, 10 jun (RHC) Las tormentas, sequías e incendios forestales desplazaron a más de 16 millones de personas en el mundo durante el 2018, situación que debe aumentar de acuerdo con los continuados impactos del cambio climático.

Estos desplazamietos humanos están vinculados directamente con el hambre al dejar de utilizarse la tierra para cultivos de cosechas alimentarias en suelos que por tiempos dejaron de recibir precipitaciones lluviosas.

Además del cambio climático están los conflictos armados en países donde diariamente ocurren desplazamientos por emergencias humanitarias ante enfrentamientos militares, aspecto unido al calentamiento global.

De acuerdo con la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) más de cinco millones de personas en Somalia padecerán inseguridad alimentaria próximamente en septiembre debido a situaciones climáticas severas junto con los conflictos armados de esa nación del cuerno de África.

Así ocurren en muchos países del mundo donde las afectaciones del clima motivan pobreza y hambruna a millones de humanos, incluídos niños afectados con enfermedades sin las correspondientes atenciones sanitarias.

Actualmente se estima en el mundo que después de la guerra nuclear el calentamiento global que induce la propia humanidad con la quema de combustibles fósiles es la mayor amenaza para la vida humana en el Planeta.

De acuerdo con evaluaciones científicas  correspondientes a la proyección para el 2050 es que mil millones de personas en regiones como Medio Oriente y África Occidental estarán obligadas a reubicarse de sus territorios habituales debido a que situaciones del clima serán insostenibles para la vida humana con reducciones, por ejemplo, en disponibilidad de agua y desaparición agrícola con su producción alimentaria.

En el 2050 según pronósticos bien fundamentados, ante los impactos del cambio climático muchas ciudades en el mundo quedarán inevitablemente abandonadas por la imposibilidad de vida.

Y el 2050 parece lejos, pero está bastante cerca si valoramos que las medidas para enfrentar el cambio climático son muy lentas y aceleran entonces el avance de situación irreversible en las catástrofes ambientales de nuestros tiempos.