Acto de solidaridad con Veneluela

La Habana, 11 abr.- La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunida en su XV Consejo Político, ratificó en esta capital su unidad, compromiso y solidaridad con Venezuela. 

Delcy Rodríguez, canciller de la nación suramericana, informó en conversación con la prensa que de esa reunión emanó una declaración de apoyo a su país, hostigada por graves amenazas que, desde la Organización de Estados Americanos (OEA), se ciernen sobre ese país.

Según la titular de Relaciones Exteriores, fue rechazada categóricamente la actuación “tóxica” del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en detrimento de la independencia bolivariana y para la conformación de un plan intervencionista en ese país.

Rodríguez reafirmó que en ese contexto, los pueblos del ALBA-TCP acompañan a Venezuela y abogan por la institucionalidad al interior del llamado “ministerio de colonias”.

La Canciller confirmó asimismo, la aprobación de una declaración para refrendar la solidaridad con Nicaragua, por la pretensión injerencista de congresistas norteamericanos que pretenden bloquear económicamente esa nación, con la introducción de la llamada Nica-Act, que se opone a la aprobación de préstamos al Gobierno.

También se refirió al beneplácito del ALBA-TCP por el triunfo de la Revolución Ciudadana en Ecuador en las recientes elecciones efectuadas en Quito.

Llamamos a que cese la violencia de factores opositores que se niegan a reconocer esa victoria contundente del candidato Lenín Moreno, sostuvo Rodríguez.

Otras declaraciones adoptadas este lunes en el XV Consejo Político del bloque se basaron en la solidaridad con el Caribe, región afectada por políticas de la Unión Europea, por considerar al grupo de países del área como jurisdicciones no cooperantes en el ámbito financiero.

Durante esta jornada, cancilleres y jefes de delegaciones de los países integrantes del mecanismo, ratificaron asimismo la declaración final de la XIV Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP en Caracas, Venezuela, efectuada en marzo, y los preceptos de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada por la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en enero de 2014.  

El bloque surgió el 14 de diciembre de 2004, en La Habana, como expresión de una integración basada en la complementariedad, la solidaridad y la cooperación impulsados por el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y el Comandante Hugo Chávez; y como alternativa frente al Área de Libre Comercio para las Américas, propuesta por EE.UU.

A continuación, transmitimos íntegramente la Declaración de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunida en su XV Consejo Político en La Habana, en respaldo a la soberanía, paz e independencia de Venezuela:

Los Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, reunidos en La Habana, en ocasión de su XV Consejo Político:

Rechazamos las agresiones y manipulaciones concertadas contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, así como los engaños y mentiras que amenazan tanto su soberanía, independencia y estabilidad, como las de toda la región.

Condenamos la injerencista, ilegal y proimperialista conducta del Secretario General de la OEA, así como sus intentos por impedir el ejercicio del derecho soberano de la hermana Venezuela a la democracia participativa, refrendada en su Constitución bolivariana, plenamente coherente con la Carta de las Naciones Unidas y la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Exigimos a la OEA, que presume de garante de la democracia en el hemisferio, explicar su selectividad política, para amparar los golpes de Estado y la subversión contra gobiernos progresistas y revolucionarios electos por el voto popular, así como su silencio respecto a las desapariciones forzadas y a los asesinatos de periodistas y líderes políticos y sociales.

Reclamamos el fin del silencio cómplice de la OEA ante la construcción del muro contra México y Nuestra América y las deportaciones masivas de migrantes latinoamericanos y caribeños que huyen de la pobreza y la inseguridad en sus países, especialmente las deportaciones que producen ruptura familiar y dejan a menores sin amparo.

Repudiamos los intentos de la OEA de resucitar contra Venezuela, bajo falsas acusaciones de “amenazas a la paz y la estabilidad colectivas”, y mediante criterios politizados y sesgados, los discursos y prácticas injerencistas que en el pasado condujeron a agresiones, invasiones y ocupaciones militares de países y a crueles dictaduras en el hemisferio.

Respaldamos a la Revolución Bolivariana, que ha reivindicado los derechos y la dignidad de millones de seres humanos dentro y fuera de sus fronteras, agradecemos su generosa solidaridad y sus esfuerzos a favor de la unidad y la integración de nuestra región, al tiempo que compartimos sus ideales de democracia, justicia social y de apoyo a los oprimidos en cualquier parte del mundo.

Apoyamos los esfuerzos del gobierno venezolano por el desarrollo y la prosperidad de su nación, con el concurso de todos los sectores de la sociedad, así como su voluntad de conducir un diálogo amplio, inclusivo, constructivo y respetuoso, sin injerencias ni condicionamientos externos, para buscar soluciones a los principales problemas que afectan la vida de sus ciudadanos.

Reconocemos los denodados esfuerzos del gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros y sus esfuerzos personales por impulsar el diálogo nacional y disolver diferencias.

Apreciamos la capacidad de resistencia del bravo pueblo venezolano y la unión cívico-militar, baluartes del ideario emancipador bolivariano.

Reafirmamos que la unidad y los esfuerzos mancomunados nos permitirán enfrentar, en mejores condiciones, los desafíos de toda índole que amenazan a la región. Es impostergable luchar y defender una Latinoamérica y Caribe unida en su diversidad en la que prevalezcan el respeto, las relaciones de amistad y cooperación, como establece la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Reafirmamos nuestra convicción profunda de que preservar la independencia de Venezuela es preservar la independencia, la unidad, la estabilidad y el desarrollo de la región.

¡Es la hora de la unidad, de la paz y la esperanza!

La Habana, 10 de abril de 2017.