Caravana de autos en Miami contra el bloqueo.

Una caravana conformada por más de medio centenar de automóviles recorrió unos 25 kilómetros de importantes vías de la ciudad de Miami, en cuyos barrios residen mayoritariamente miembros de la comunidad cubana radicados en el sur de la Florida.

Por segunda ocasión en este año, la coalición Alianza Martiana convocó a esta manifestación contra el bloqueo. Según una nota difundida por el sitio web de Radio Miami, los carros llevaban sus luces encendidas, banderas cubanas y estadounidenses ondeando desde sus ventanillas, y portando carteles en contra del cerco económico a Cuba; mientras los conductores de los vehículos tocaban incesantemente las bocinas de los autos.

El inmediato fin de la guerra económica, comercial y financiera que durante más de cincuenta años impone Washington al pueblo cubano; la total libertad de viajes a la isla vecina por parte de los ciudadanos estadounidenses; y la continuación del proceso de normalización de relaciones entre los dos países, fueron las demandas que exigieron los integrantes de la caravana realizada el pasado sábado.

Algunos de los participantes comentaron a medios locales que durante el recorrido contaron con el respaldo de muchas personas quienes en otros carros transitaban por su larga ruta, mostrando gestos de apoyo.

Otra vez en Miami, una caravana de autos contra el bloqueo deviene rotundo rechazo a las pretensiones del gobierno estadounidense de asfixiar a Cuba con el recrudecimiento del bloqueo.

En las calles de Miami, reclamo del cese del bloqueo a Cuba. Foto: Radio Miami

En esta ocasión, se suma la denuncia de una buena parte de la emigración cubana en el norteño país, a la política hacia la Isla anunciada recientemente por el actual presidente norteamericano Donald Trump.

El Jefe de la Casa Blanca debiera escuchar el reclamo de cientos de miles de cubanos radicados en Miami y en otras ciudades de Estados Unidos, quienes abogan por la normalización de nexos bilaterales a favor de ambos pueblos.

El cambio de política hacia Cuba impuesto por Donald Trump constituye un retroceso en las relaciones entre los dos países; pero hay que aclarar que el mandatario ha estado asesorado exclusivamente por un puñado de personas que no representan a la mayoría de la opinión pública estadounidense, ni a la comunidad cubana en ese país.

En su afán por complacer a la ultraderecha de la Florida, una minoría reaccionaria y retrógrada; y de paso desmontar el legado de su antecesor demócrata, el presidente 45 de Estados Unidos optó por dañar los intereses de amplios sectores de la sociedad norteamericana y reforzar la política de bloqueo que causa numerosos perjuicios al pueblo cubano.

En ese escenario, esperamos que la caravana de automóviles que el pasado sábado recorrió importantes avenidas de Miami exigiendo el fin del bloqueo, marque el ritmo de las acciones que desde el sur de la Florida también se hacen como muestra de solidaridad y respaldo a la soberanía de Cuba.