Para comer una exquisita ensalada de col basta sólo con tener tres ingredientes: vinagre, aceite y sal, sin embargo, la maravilla de ese vegetal va más allá de su exquisitez culinaria.
La col o repollo es originaria de Centroeuropa, aunque desde hace unos siglos se extendió su cultivo a todo el mundo. Ya los griegos, celtas y romanos usaban la col por sus numerosas propiedades medicinales.
Sus beneficios cardiovasculares son muy notables porque contiene “sulforafano isotiocianato” que es un antiinflamatorio natural que actúa a nivel cardiaco, previniendo los daños cardiovasculares, a la vez que ayuda a regular los procesos inflamatorios; si se ingieren cualquiera de estas cuatro verduras crucíferas -coles de Bruselas, brócoli, coliflor o repollo, se previene la isquemia, arteriosclerosis y la posibilidad de sufrir de ataques cardíacos.
Las cuatro pertenecen a la misma familia, son crucíferas y tienen un alto aporte de vitaminas C, E, A y potasio. Tienen mucha fibra y son fuente de aminoácidos; uno de sus beneficios más notables es que se les considera alimentos anticancerígenos por su alto aporte de glucosinolatos, que son las sustancias que necesitan las enzimas para combatir los radicales libres, que en última instancia propician la aparición del cáncer.
La col contiene un 92 por ciento de agua, mucha fibra, pocas calorías e hidratos de carbono. Es rica también en minerales como el azufre, lo cual aporta potentes propiedades antioxidantes, potasio, calcio y contiene ácido fólico y arginina, la cual ayuda a combatir los resfriados. Se le considera un antibiótico natural ya que contiene sustancias capaces de reducir gérmenes infecciosos.
De eficacia comprobada es el jarabe de repollo contra las anginas, afonía y afecciones bronquiales; se exprime el zumo del repollo, se añade un poco de miel, se hierve, dejándolo enfriar; se toman unas cinco o seis cucharadas soperas al día.
Destaca, además, por sus propiedades antirreumáticas, anticatarrales, digestivas, energéticas, cicatrizantes, y anticancerígenas; en concreto se estudia sus beneficios para enfrentar el cáncer de mama, pues contiene carotenoides y flavonoides, según el Centro de Epidemiología Vanderbilt de Tenesse-EE.UU-.
También es buena para el buen funcionamiento mental, de tiroides, quemar grasas, prevenir la hipertensión, para el ácido úrico, reducir el colesterol ; está indicada para los diabéticos.
Es mejor comerla cruda, para no perder las propiedades de sus vitaminas hidrosolubles, es decir, rallada en ensalada. También se puede tomar su zumo recién exprimido.Las hojas cocidas al vapor y muy calientes se usan para combatir los dolores reumáticos; también para aliviar las inflamaciones de hígado y riñones, colocadas en su parte correspondiente.
La col es un vegetal altamente nutritivo y consumirlo aporta una buena cantidad de beneficios para la salud. Según los autores de un estudio al respecto, “el proceso de cocinado de la col resulta en una disminución de la actividad antioxidante, especialmente de la vitamina C, polifenoles y una menor presencia de beta-carotenos”.
El vegetal también podría disminuir los niveles de colesterol malo pues es rico en secuestradores del ácido biliar, que son resinas que demuestran buenos resultados en ese objetivo.