Las perspectivas con respecto al arribo de turistas a Cuba son halagüeñas: para este año se esperan unos 3,5 millones de visitantes extranjeros.
Es significativa la proyección si se tiene en cuenta que el pasado 2022 esta isla recibió el total de un millón 614 mil 87 de esos viajeros. Es así que lo previsto por el Ministerio de Turismo implica más que duplicar la cantidad de turistas del período anterior.
Todo camino comienza con el primer paso, indica el proverbio, y ya dados este 2023 prometen buenos augurios. Así lo indica el casi medio millón de visitantes llegados a Cuba hasta febrero último.
De mantenerse tal ritmo, y parece indicar que así será, el país pudiera concretar sus expectativas, concebidas desde el convencimiento de cuánto puede reportar un incremento del turismo a la economía nacional y al bienestar de los cubanos.
A pesar de la difícil coyuntura que hoy se vive en esta geografía caribeña, no son pocas las fortalezas con que aquí se cuentan y que deben seguir consolidándose para traducir esas aspiraciones en realidades.
El propio Presidente de la República se refería a tales posibilidades durante el último balance de trabajo anual del Mintur: Somos un país con estabilidad política, con seguridad, con tranquilidad ciudadana, con seguridad epidemiológica, y esas son realidades que tenemos que potenciar. Pocos destinos del mundo pueden ofrecer hoy lo que Cuba pone a disposición del turismo.
Para los habitantes de esta Isla lo enunciado por el mandatario es cuestión sabida, su día a día; pero no sucede así en otras latitudes, donde la imagen Cuba no pocas veces llega empañada de falsedades, y, más que eso, por veladuras que buscan ocultar o difuminar tales potencialidades, que, con el esfuerzo han convertirse en un secreto a voces.
A las bondades que acompañan a esta Isla, mencionadas por Díaz-Canel, se agrega otra que igual reconoció el Presidente el pasado 4 de marzo. Fue con motivo de la celebración en el país del Día del Trabajador de la Hotelería y el Turismo.
A propósito, el también Primer Secretario del CCPCC, había subrayado el aporte de los trabajadores de ese sector, enfatizando en lo que “de ellos espera la nación”.
También en ese sentido el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, empleando igual la red social Twitter, destacaba: “el reto de ser cada día mejores porque ustedes juegan un papel clave en el desarrollo de nuestro país”.
Foto: @DiazCanelB
Es sabida la relevancia que en estos tiempos en particular reviste el turismo, de ahí que la mayor dinámica inversionista del país durante las últimas décadas se haya destinado precisamente a ese sector.
También para que exista una coherencia con esos esfuerzos inversionista es la convocatoria a los trabajadores del turismo, porque su mayor empeño en el tema calidad de los servicios, en la superación y la eficiencia deberían propiciar crecimientos superiores.
¿Cuáles son los pendientes?
Claro está que el más importante asunto pendiente en el Turismo no queda en manos de los cubano: el bloqueo, cada vez más acentuado, impuesto a este país por el gobierno de los EE.UU. , el cual, solo entre agosto de 2021 y febrero de 2022 ocasionó pérdidas por 3 mil 806 millones de dólares, “un monto récord histórico para un período tan reducido”, comentaba el canciller cubano.
En cuanto al turismo en particular, medidas impuestas por la Casa Blanca como la de exigir visa de entrada a EE.UU. a todo aquel que haya visitado Cuba, por considerar a este país como patrocinador del terrorismo, significa uno de los golpes más arteros precisamente por ser el turismo una de las escasas fuentes de ingreso con que hoy contamos.
Imagen: tomada de cuba.cu
A tal canallada se añade, por solo mencionar otro de los muchos ejemplos, restricciones que compulsaron a que los cruceros eliminaran a Cuba de sus escalas. Y los que no han querido subordinarse, pues han recibido sanciones, como las impuestas el año pasado a las líneas de cruceros Carnival, Norwegian, Royal Caribbean y MSC que, según declaraciones de luna jueza federal en Miami, habían realizado operaciones turísticas a Cuba, prohibidas por la legislación estadounidense entre 2015-2019.
No obstante, o mejor, precisamente porque además existen esos vientos en contra, habría -como insta repetidamente la dirección del país- que seguir abriéndole espacio a la ciencia y la innovación en el turismo, que, entre otros frutos, permita aumentar el número de las llamadas habitaciones inteligentes -esas donde la tecnología marca con el ahorro, confort y excelencia los servicios-, y que se han convertido en tendencia dentro del sector hotelero.
En paralelo con ello, que demanda además de inversiones una mayor capacitación, se necesita asimismo propiciar mayores encadenamientos productivos al interior de nuestras fronteras, así como continuar perfeccionando el proceso inversionista, al decir de Marrero Cruz
Un punto y aparte requiere el énfasis que habría que seguir poniendo en el binomio cultura-turismo, del que tanto se habla pero no siempre se ejecuta en consecuencia y sobre todo con la eficiencia que podría acompañar a las fortalezas en el ámbito artístico, patrimonial y, sobre todo, en la propia idiosincrasia de este pueblo, cuya hospitalidad, carácter desenfadado y solidaridad son hoy singulares y potentes atractivos.
Sí que queda camino por recorrer, pero los trabajadores del turismo, desde el convencimiento de la importancia de su labor, son de las principales garantías en ese andar.