La Internet y toda la informatización que ha irrumpido en las rutinas cotidianas de la vida y formas de trabajo ha hecho que el hombre tenga que obligatoriamente utilizarla como una necesaria herramienta lo que a su vez lo ha volcado hacia estilos de dependencia.
Sobre este fenómeno actual en el cual existe una relación bien estrecha y sólida entre las personas con la red de redes, bien podríamos hablar de beneficios hacia las actividades de comunicación, comercio y gobierno electrónicos, y una indefinida y variada lista de acciones.
Están las compras en línea, la televisión en Streaming, numerosos canales de comunicación, entre los más usados destacan Telegram y WhatsApp, también existen los cursos online, conocimientos en general y universal totalmente digitalizados, los medios de comunicación.
No es menos cierto que un sinfín de provechos le hemos podido sacar y hasta explotar nuevos que antes por la vía antigua no era posible. Pero algo bien preocupante de distanciamiento está sucediendo a nivel de relaciones interpersonales.
Para entender ello, tan solo hay que tratar cómo el mundo de las redes sociales, dígase Facebook, Instagram, YouTube, Twitter están llevando a que se atenúe el contacto y el calor entre amigos, compañeros de estudios o de trabajo, y hasta familiares.
Es verdad que estas juegan un rol importante a nivel de información. Como si fuera una estampida de inmediato cuando suceden desastres naturales, eventos violentos o accidentes, estos salen a jugar como voceros de prensa, sin embargo, también está la otra cara del engaño.
Cada 30 de junio se celebra el Día de las Redes Sociales, y muchos nos seguimos preguntando hasta cuándo estas plataformas jugarán sus cartas a conveniencia o en dependencia de la partida que le reclame un partido político, un gobierno o una marca.
En plena pandemia, las redes sociales, especialmente Facebook, con su aplicación Messenger, han sido de gran ayuda para que personas separadas por fronteras, provincias, o muros de hospitales puedan comunicarse y mantener los vínculos vivos.
Aunque, por otro lado, han servido para acentuar campañas difamatorias como contra el real valor humano y solidario de los médicos internacionalistas cubanos. Asimismo, por estos medios se ha intentado en la actualidad desacreditar la efectividad de los candidatos vacunales cubanos.
Las redes sociales han llegado para quedarse y su sobrevivencia dependerá de su evolución y adaptación con el paso de los años. Tienen sus ventajas y por tanto no hay que desaprovecharlas, pero tienen una doble cara, a la que hay que encarar con juicio crítico y justo.