El ensayo clínico Ismaelillo, en la provincia de Camagüey, que comenzó desde este lunes su fase II en niños de tres a 11 años, prosigue las investigaciones sobre la efectividad de la vacuna Abdala en busca de la aprobación de su uso de emergencia en ese importante segmento de la población, altamente vulnerable a la COVID-19.
Con la incorporación de otros 252 infantes de la localidad, el estudio ya abarca los 600 previstos.
Ismaelillo constituye el segundo de su tipo aprobado en Cuba por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), de cara a la inmunización de la población pediátrica.
El CECMED confirmó el viernes último los resultados satisfactorios de seguridad clínica y de laboratorio que arrojó la fase I del estrato de tres a 11 años con 44 voluntarios, y no se reportaron reacciones adversas graves durante la vacunación.
Tras esas conclusiones, la autoridad reguladora aprobó la continuidad del proceso en los nueve policlínicos de la capital camagüeyana, adonde hoy acogieron los niños a recibir la primera dosis del inmunógeno, acompañados por sus padres y familiares más cercanos.
Uno de los voluntarios, Jorge Antonio Alea, de 11 años de edad, dijo que está muy alegre, pues ya lleva en su brazo a Abdala, una vacuna que significa vida, según sus propias palabras.
Gracias a los científicos por lograr esta gota de vida para todos los niños cubanos, expresó el alumno de sexto grado.
Su madre, Yanelys Hernández Céspedes, manifestó que confía en los investigadores y médicos, por eso no dudó en ofrecer su disposición para vacunar a Jorge Antonio en este ensayo que permitirá proteger a otros niños de la COVID-19.
Significa un privilegio para Camagüey y sus muchachos, realizar el estudio, comentó, el cual demuestra el esfuerzo del país y el gobierno por vacunar a los más pequeños de casa como a las demás personas que nos hemos inyectado con Abdala, una de las mejores del mundo.
Ante la expectativa del proceso en las familias cubanas, Sonia Resik Aguirre, investigadora principal de la intervención sanitaria con el fármaco en el país, explicó en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias que están previstos dos momentos de terminación de la prueba, primeramente el del estrato de 12 a 18 años, cuyos resultados finales se conocerán en septiembre venidero.
La experta del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, argumentó que según ese balance y la autorización del CECMED, el próximo mes podrán vacunarse los niños del citado rango, mientras, en octubre, esperan las conclusiones del grupo de tres a 11 años.
Si todo marcha como hasta ahora, con buena seguridad y favorables indicadores, y cuando se hagan los ensayos de inmunogenicidad una vez tomadas las muestras de sangre del día 56 de administrada la vacuna, esperamos empezar a inmunizar enseguida a la población infantil cubana, aseveró.
Los niños agramontinos de 12 a 18 años, con los cuales se inició el ensayo clínico Ismaelillo, transitan por la segunda y tercera dosis, respectivamente, y en el caso de la última ya la tienen los primeros 44 de ese grupo que comenzaron el estudio.