El mundo está cada vez más interconectado. Ya somos una enorme telaraña digital de terminales informáticas, al alcance de un click o un toque de pantalla. A 55 años de que se enlazaran las primeras computadoras de 4 universidades estadounidenses, es ciertamente notable el número de usuarios de la red de redes a escala mundial.
Más de 5 350 millones de personas están conectadas hoy a la internet, según contabiliza el documentado informe Digital 2024, publicado en asociación entre We Are Social y Meltwater con el auxilio de diversas y reconocidas fuentes.
Significa que el 66% de la población mundial tiene acceso al espacio público digital, cuando ya somos 8080 millones de personas en el planeta, según los datos del World Population Prospects de la ONU.
A inicios de siglo, apenas menos de 400 millones de los habitantes del planeta accedían a la internet; en el año 2005 era menos del 16% de la población mundial.
Pero en la última década, el crecimiento ha sido sostenido. De hecho, en 2023 hubo más crecimiento en el número de conectados (+97 millones de nuevos usuarios) que en el número de habitantes del planeta (+74 millones).
Más, como en el ámbito físico, hay muchas desigualdades en el espacio público digital.
Brechas digitales, inequidades reales
Todavía hay más de 2700 millones de personas “desconectadas” en el mundo. Solo en la India, pese a su notable crecimiento, hay 680 millones de personas sin conexión.
Mientras en Europa del Norte y América del Norte, la adopción de internet (porcentaje de conectados del total de la población) supera el 97 y 96%, respectivamente, en África Central el número de conectados es de apenas el 32,1% y en África Occidental el 42,3%.
Aún hay 9 naciones en el mundo que no llegan siquiera al 20% de penetración a internet (7 de ellas son africanas) y 54 países y territorios no llegan a la mitad de sus habitantes conectados.
Fuera de cobertura
El acceso a internet, como otros derechos, se ve limitado por la desigualdad económica entre naciones y al interior de estas.
Paraguay, por ejemplo, tiene la brecha de desigualdad más amplia de América Latina: mientras el 83% de las familias más ricas tienen acceso a internet, sólo el 12% de las familias más pobres lo tiene.
En el Salvador, según datos de CEPAL, el 67,4% de las familias del quintil más alto tiene conectividad, mientras sólo el 31,3% de las familias del quintil más bajo puede acceder a la red.
Más no basta sólo con tener un punto de conexión, el acceso efectivo pasa por tener habilidades para utilizar y aprovechar, de manera segura, los espacios digitales y por poseer los dispositivos.
La “desconexión” es, en esta Era del Conocimiento, causa para ahondar las brechas económicas, educativas, culturales y políticas al interior de las naciones y entre ellas.
¿Talla Joven?
Ciertamente, los jóvenes tienen en el ciberespacio un ámbito natural. El 79% de las personas entre 15 y 24 años en el mundo utilizan la internet, eso es 14 puntos porcentuales más que el resto de la población (65%), como muestran las estadísticas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Esa brecha intergeneracional se ha mantenido estable en los últimos cuatro años y se presenta en todas las regiones.
Más, en los países de bajos ingresos, las personas entre 15 y 24 años tienen casi el doble de probabilidades de utilizar Internet que otras personas de esos países, en términos relativos. Si bien esta es la brecha de uso más grande de cualquier grupo de ingresos, se ha reducido desde 2019, cuando los jóvenes de 15 a 24 años tenían 2,5 veces más probabilidades de usar Internet que el resto de la población.
Ellos son los que han impulsado el crecimiento acelerado de Tik Tok e Instagram.
¿La o el Internet?
Mujeres rurales son el grupo menos conectado a las tecnologías de información y comunicación en países de América Latina y el Caribe
La prevaleciente centralidad del hombre en nuestros días, también se manifiesta en el acceso a las redes. Las niñas y jóvenes van por detrás en un mundo crecientemente digital, según refleja un informe de la UNICEF.
Cerca del 90% de las mujeres adolescentes y jóvenes que viven en países de renta baja no tienen acceso a internet, en tanto sus coetáneos masculinos tienen el doble de probabilidades de gozar de este acceso.
En 32 países o territorios, según UNICEF, las niñas tienen un 35% menos de probabilidades que sus pares varones de aprender habilidadades digitales, incluídas simples envíos de correos electrónico o transferencias digitales.
Esas brechas vienen desde las propias familias, donde se privilegia a los hijos hombres a la hora de tener el teléfono móvil. El estudio propició identificar 40 territorios donde están presentes las notables disparidades en el acceso de las mujeres a los móviles.
(Continuará...)