red Cubana de la Ciencia

Es una política encomiable que los gobiernos y entidades apoyen el desarrollo de la ciencia en todos los ámbitos del saber, tanto en centros de investigación, como en universidades y empresas. También es plausible que se promueva la introducción de esos conocimientos científicos en la práctica. Sin embargo, es necesario recalcar que la ciencia en sí no es siempre aplicable directamente a la práctica, pues esto se logra mediante el desarrollo de módulos tecnológicos que permitan poner el conocimiento científico en función de la solución de problemas concretos.

Este es un sistema interactivo sumamente interesante.  En muchos casos surge un nuevo conocimiento, este permite crear una nueva tecnología, y en consecuencia, esa tecnología se aplica al desarrollo de investigaciones más detalladas que permiten resolver problemas antes impensables.

Este caso se ilustra muy bien en las investigaciones petrológicas de geología.  En un tiempo un basalto era una roca con determinado aspecto y composición mineral, que en general se podía distinguir a simple vista de otras rocas. Con el desarrollo de las técnicas analíticas modernas de fechado, composición e identificación puntual de granos y cristales nanométricos de minerales, fue posible distinguir una variedad de especies de basalto.

Ahora podemos diferenciar un basalto formado en una cordillera oceánica, en una trinchera oceánica o continental, en un volcán oceánico aislado, en un archipiélago de islas volcánicas, en los bordes continentales, en “puntos calientes” y en condiciones de enormes masas de lavas oceánicas o del interior continental.  Incluso se conocen basaltos lunares.

De este modo, para conocer bien la naturaleza de un basalto, actualmente es necesario obtener una muestra y aplicarle una serie de técnicas analíticas sofisticadas y costosas.  En consecuencia, hoy no se puede distinguir un basalto a simple vista, pero gracias al desarrollo que se ha alcanzado, se comprenden mucho mejor los procesos que ocurren en nuestro planeta y se logra elaborar nuevas teorías y técnicas para un mejor aprovechamiento de los recursos de origen geológico.  Este desarrollo requirió ciencia, análisis, experimentación, tiempo y recursos para elaborar las soluciones tecnológicas.

Veamos otros dos ejemplos concretos que ponen en relieve el papel de la tecnología para el logro de soluciones basadas en la ciencia: El rayo láser y el Portal Redciencia.

El rayo láser

El desarrollo conceptual del rayo láser fue el resultado de estudios físico-matemáticos durante muchos años, que permitieron generar un haz de luz con la capacidad de permanecer con un pequeño tamaño al transmitirse por el vacío en largas distancias, dentro de un rango espectral muy estrecho.

Este resultado tenía potencialmente una prometedora aplicación práctica. Pero las más de mil aplicaciones del láser en la actualidad, requirieron del desarrollo de mayores conocimientos sobre este fenómeno, la elaboraron de materiales especiales, y la creación de tecnologías específicas, que se diseñaron para su uso en la medicina, la nanotecnología, y en la industria civil y militar.

El portal redciencia

La empresa Citmatel mantiene un portal dedicado a la promoción de los resultados de la ciencia, tecnología e innovación en Cuba.  Para lograr su funcionalidad, los tecnólogos debieron crear la plataforma digital que sirve de interfaz entre los operarios del portal y los usuarios, a través de la internet.

Otros especialistas diseñaron los servidores y banco de memoria necesarios, y tienen que introducir con regularidad mejoras y nuevas capacidades en el software y mantener una vigilancia permanente para evitar ataques cibernéticos.

A esto se añade una administración (webmaster), que realizan la introducción diaria de nuevos contenidos, y un grupo de especialistas destinado a seleccionar y clasificar la información relevante a incorporar en el portal.  De hecho, este complejo diseño representa la solución tecnológica que permite operar el portal.

En conclusión, es altamente recomendable a todos los niveles fomentar con mayor énfasis la innovación tecnológica, y facilitar los recursos y el fondo de tiempo necesarios para el desarrollo de nuevas aplicaciones del conocimiento.

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