Aborigen, negro y español: un ADN singular

Por fin llegaron a las equivocadas Indias en busca de riquezas. Encontraron una isla desconocida, la tierra más hermosa que ojos humanos han visto: Cuba.

Era 12 de octubre de 1492, estaban allí frente a frente, ante el asombro de sus pieles heterogéneas: unas pálidas y otras quemadas por el sol del trópico.

Se encontraban dos culturas diversas y el mundo comenzaba a cambiar sin saber cómo. Los españoles asumieron a los mestizos como que servían solo para satisfacer las necesidades de una “raza superior”.

Luego de exterminar a la población aborigen en la mayor de las Antillas, trajeron como esclavos a negros africanos que no escaparon de la mala suerte de la antigua fuerza de trabajo.

Hasta este archipiélago llegó un grupo de hombres que enriquecieron lo que sería la Cultura nacional con un lenguaje diferente, una culinaria peculiar y el sincretismo religioso que forma parte indispensable en la vida de un cubano.

Pero eso no importó, se recrudeció la discriminación y ya estos ni siquiera eran considerados personas. Fue esta parte de la Historia que aunque no es de lo mejor de sus páginas, vale recordar para no repetirla.

Hoy se celebra en algunos países de América y en España, el Día de la Raza o Día de la Hispanidad, para hacer alusión a la cultura hispanoamericana que surgió en el siglo XVI debido al encuentro entre dos continentes.

En esta jornada debería celebrarse también el respeto a la diversidad, el respeto hacia el otro sin importar etnia alguna. Debería resaltarse que aunque se agradecen los aportes de la región ibérica, Colón y los colonizadores dejaron enfermedades, muertes y la segregación enraizada aún en la mente de muchas personas.

Una razón más para defender lo que somos como cubanos: una raza que lleva en su ADN un poquito de africanos, de aborigen y de español, condición que nos hace únicos ante el mundo.

Otra razón para defender quiénes somos con orgullo y convicción porque cada rasgo de nuestro cuerpo cuenta la historia de una familia, un país.