Taller Para vivir a plenitud, un espacio para la tercera edad.

Para Vivir a Plenitud es el nombre de un taller que se ha hecho premisa de vida de quienes son parte ya de la tercera edad. El espacio, surgido hace más de quince años, es uno de los 29 proyectos que conforman el Programa de Reinserción Social Cabildo Quisicuaba. En él, se integran adultos mayores de diferentes comunidades de la Capital y ya ha llegado a su cierre de curso.

De acuerdo con Magalis Tórres Fernández, Profesora principal de este Taller, los abuelitos que aquí se reúnen realizan de 9 a 10 de la mañana ejercicios matutinos, y de 10 a 12 del día reciben clases de varios profesores.

    ‟En el caso de este fin de semestre, se han realizado actividades culturales interpretadas por ellos mismos como el canto, el baile, los pregones. Además, se realizó un intercambio de regalos para con opciones económicas poder compartir entre ellos”, agrega la educadora.

Más de 1 200 ancianos han encontrado en este taller una atención que desde un enfoque multidisciplinario integra a médicos, psicólogos, historiadores, artistas de la plástica, artesanos y otros especialistas, con la finalidad de brindar a cada uno de ellos el desarrollo de capacidades sociales y enseñarles cómo vivir, y vivir con calidad.

Maria Luisa Carrión, es una de las abuelitas integrantes del Taller quien nos confiesa que en Qusicuaba ha pasado tres cursos distintos que le han aportado mucho desde el punto de vista personal.

Por su parte Jesús Hernández, quien rebasa los 70 años, explica que el taller imparte disimiles conferencias que son de su agrado, pues lo mismo asisten profesores de historia, que analistas o médicos.

    ‟Hemos aprendido a cómo usar las medicinas y cómo cuidarnos la salud, aspectos fundamentales en nuestra calidad de vida”, agrega.

Noelia Marta Rodríguez, otra de las abuelitas que asistieron a estos cursos para los de la tercera edad, asegura que dentro de las principales fortalezas de este Taller se encuentra el capital humano que aquí trabaja.

    ‟Por aquí en tantos años han pasado varias profesoras maravillosas, quienes nos han mostrado el mundo”.

Un taller para el adulto mayor en el que se elaboran también otras acciones que apoyan los conocimientos teóricos y que tienen en cuenta los conocimientos de los beneficiados. Se realizan disimiles excursiones a museos, lugares históricos, playas; además, se realizan diferentes celebraciones junto a sus familias, se les brinda ayuda de ropa, alimentos, necesidades médicas. Es una atención completa desde lo espiritual a lo material que ha aumentado su calidad de vida.

Coro de abuelas del taller.

Al respecto, la profesora Magalis Tórres nos refiere que para el próximo curso se insertarán diferentes materias como una de cine que aborde las películas cubanas, así como otra que hable sobre la mujer y la importancia de las féminas en la Isla dentro del proceso revolucionario.

Araceli Hernández, otra de las ancianas cuya presencia es reiterada en estos cursos, confiesa que no importan las temáticas que se aborden, pues continuará asistiendo a este taller. ‟Mientras viva, yo no dejaré de vivir aquí”, finaliza.

Un espacio para la tercera edad que cierra sus puertas para esperar un pronto regreso de sus estudiantes. Esos que día a día aprenderán como vivir a plenitud.