Banner alegórico a la campaña Quédate en casa

Lo he leído en el texto de Claudia González que acompaña a la muestra colectiva «Distancias conectadas»: «la cultura cubana, la que, incluso en tiempos de pandemia, se reinventa, motiva y conecta hasta las distancias más remotas».

Me permito sacarlo de contexto porque parece una verdad demostrada con tanta vehemencia por los artistas cubanos en estos meses de distanciamiento social, de teatros y clubes cerrados, plazas vacías y el bichito de la incertidumbre y haciendo la ronda.

Muchos habrían jurado que el hashtag de #CubaEsCultura que orgullosamente compartimos, nos tocaría sustituirlo cabizbajos por el de #QuédateEnCasa. Sin embargo, nos quedamos, felizmente, con ambas etiquetas…

Cada día de la semana, un concierto online, con transmisión por la radio y la televisión, y propuestas musicales para todos los gustos, coordinados desde el Instituto Cubano de la Música. La iniciativa Estamos contigo reunió la más diversa parrilla de géneros, sonoridades y generaciones de la música cubana.

Las principales empresas discográficas trasladaron sus lanzamientos al espacio virtual y las redes sociales. Incluso desempolvaron éxitos de épocas anteriores o acompañaron la producción de nuevos temas y videos con toda la intención de musicalizar la esperanza; más que la esperanza, la fe, y también la responsabilidad colectiva y el agradecimiento a los que estaban cara a cara con la pandemia.

Cuando parecía que bajaba el telón por largo rato, los teatristas, bailarines, artistas circenses, se reinventaron la escena desde casa y plantaron lunetas infinitas en las redes sociales y en algunos espacios televisivos, para espectáculos en los que todos pudimos sentarnos en primera fila.

Este cineasta nos emociona con sus Rostros en cuarentena, aquellos titiriteros les regalan a los más pequeños de casa Un minuto con Pelusín, los poetas se debaten «a redondillazos limpios» sin salir de casa… y tampoco nos falta la «risoterapia» desde diversos soportes: la caricatura, la televisión y la propia música.

¿Que todos quieren hacerles una canción a los médicos y enfermeros? ¿Que unas te gustan y otras no? Por supuesto. Pero que todas llevan un pedacito del espíritu que está impulsando a la isla hasta la orilla, que cada una ha servido de remo para alguien, ¿quién lo duda?

Festivales que parecían imposibles sin la tarima en medio del parque, se hicieron realidad de otra manera, se reinventaron; se ha reinventado y se reinventa la cultura de este país como si en eso también nos fuera la vida.