El Premio Nacional de Danza 2021 que le ha sido otorgado esta mañana a la maestra Laura Alonso (Nueva York, 1938) reconoce dos vertientes de su trabajo.
Primero fue la exquisita solista del Ballet Nacional de Cuba, y después la maître responsable de la formación de muchos intérpretes de ese arte, siempre fiel a las esencias de la escuela que crearon sus padres, Alicia y Fernando Alonso, y su tío Alberto.
La suya ha sido una vida consagrada al ballet, a la danza, como reconoció un jurado integrado por personalidades de la cultura cubana.
Y es que Laura le ha hecho honores a su estirpe. Durante un cuarto de siglo fue primera solista del Ballet Nacional de Cuba. Es posible apreciar filmaciones de su arte: era una bailarina de exquisito gusto, de singular proyección escénica y gran capacidad técnica.
Había estudiado con grandes profesores del mundo del ballet, además de los que tenía en su familia. Y esa vocación para la docencia la marcó. Bien pronto se destacó como profesora. Y tuvo grandes resultados: ella fue promotora y maestra de jóvenes figuras del BNC que, con los años, llegarían a ser estrellas: José Manuel Carreño, Xiomara Reyes, Lorna Feijoo, Alihaydeé Carreño…
Fue además profesora en el Instituto Superior de Arte de Cuba; directora de los Cursos Internacionales de la Escuela Cubana de Ballet conocidos como CUBALLET; y directora del Centro de Promoción de la Danza de Cuba, conocido internacionalmente como Centro Prodanza, que acoge al Ballet Laura Alonso.
Esta impresionante hoja de servicios ha sido reconocida con el mayor galardón que se entrega en Cuba a los artistas de la danza. La noticia ha regocijado a cientos de alumnos de la maestra, en varios países del mundo, y al público que la recuerda y la sigue admirando.