Lo encontramos en una de las clases magistrales que se imparten en el Hotel Nacional de Cuba como parte del Festival y Fiesta del Tambor Guillermo Barreto in Memoriam y, aunque Giraldo Piloto, fundador y director del evento, anda por estos días «a todo ritmo», accedió a conversar brevemente con CubaSí sobre la actual edición.
—Después de años muy complejos, regresa la Fiesta del Tambor de forma presencial. ¿Qué se siente?
—Para nosotros ha sido una experiencia, primero, difícil, pero nos sentimos bien después que hemos logrado hacerlo gracias al apoyo de Artex, de la Dirección de Cultura en la provincia, del Gobierno de La Habana y de otras muchas instituciones como el mismo Hotel Nacional, la oficina de Patrimonio, la del Historiador de La Habana, empresas como Cuba Ron y otras que han hecho posible que la Fiesta del Tambor se llegue a celebrar en estos momentos difíciles.
«Entonces, todas las personas que estamos organizando el evento nos sentimos casi eufóricos por lograr esto, pero, a la misma vez, decir que el público lo está disfrutando, la gente que está asistiendo a las clases magistrales, a la competencia de batería y a todos los espectáculos que ya comenzaron también».
—¿Dónde y cómo puede el público disfrutar de los conciertos de la Fiesta del Tambor?
—En el Anfiteatro de La Habana las personas interesadas pueden ir a la puerta para comprar allí mismo las entradas entre 7:00 y 8:00 de la noche, porque los conciertos comienzan a las 9:00. Del mismo modo pasará con el Salón Rosado de La Tropical, que pueden adquirir las entradas el viernes para Rumbatá y los Van Van, y el sábado para Los Muñequitos de Matanzas, Alexander Abreu y Havana D´Primera.
«Igualmente, estamos brindando el tambor a las comunidades, en los diferentes barrios de La Habana, un trabajo encomiable, que nos llena de orgullo porque el tambor nació en los barrios, sobre todo el de la rumba, y poder llevarlo a La Lisa, a Centro Habana, a San Miguel, Guanabacoa, que son cuatro comunidades importantes de nuestra provincia, pues creo que hemos cumplido con esa parte también».
—¿Alguna particularidad de esta edición?
—Sí, hay muchas cosas: estamos celebrando el centenario de Mercedita Valdés, el 70 aniversario de Muñequitos de Matanzas, el 60 aniversario del Conjunto Folclórico Nacional, pero igualmente estamos celebrando el centenario de la Radio cubana.
«Cuando cumplió los 30 años el Callejón de Hamel, no lo pudimos celebrar porque se interrumpió por la pandemia el Festival, y pudimos hacer en esta oportunidad, en el Arco de Belén, el homenaje a Salvador González y al Callejón de Hamel.
«Entonces el Festival se convierte en eso, un instrumento cultural que hace posible que todo esto que heredamos de nuestra música lo sigamos transmitiendo a los jóvenes y a toda la gente que sigue la percusión».