Sobresale, además, la interpretación de creaciones más contemporáneas legadas por autores de la isla, entre estas, Danzas Cubanas: Improvisada, de Ignacio Cervantes, La Bella del Alhambra, de Mario Romeu, con arreglos de Gonzalo Romeu, Cortesana, de Cervantes, e Invitación y Comparsa, de Ernesto Lecuona.
De acuerdo con sus organizadores, el recital forma parte del conjunto de presentaciones que la Camerata asume en la capital y otras provincias, lo evidencia su ajuste a la nueva normalidad tras la prolongada pausa impuesta por la crisis sanitaria de la Covid-19.
Asimismo, la formación musical brillará ante su público habitual en la sede ubicada en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís a partir del 23 de julio.
Dicho concierto sumará obras recientes como La Bella Habana, dedicada al aniversario 500 de esta urbe, y Altares, de la compositora Wilma Alba, que evoca los sucesos ocurridos en el Hotel Saratoga el pasado mes de mayo.
El elenco femenino fundado en 1993 destaca por su proyección escénica y amplia discografía con realce para el álbum La Bella Cubana, que le valió el galardón de música de cámara y premio de la crítica en el evento Cubadisco 1997 así como Cuba Mía, Danza de las Brujas, Raigal, Non Divisi.
Otras producciones discográficas de alto calibre resultan el disco en vivo Tampa-Habana-Oslo y Sertoes Veredas, monográfico del compositor brasileño Egberto Gismonti, del sello alemán ECM.