Hace tres años el productor, compositor y guitarrista venezolano Andrés Levin organizó un homenaje al percusionista cubano Tata Güines durante el Festival Internacional Jazz Plaza, iniciativa que repite hoy con el tributo a Chano Pozo y Juan Formell.
Para esta 38 edición del significativo evento, el artista y su proyecto Tribe Caribe, diseñaron un concierto consagrado a esas glorias de la cultura en el país antillano: Chano, considerado como uno de los mayores exponentes del jazz en Nueva York, y Formell, fundador de la orquesta Los Van Van.
La iniciativa guarda relación con el próximo sencillo de Levin, homenaje al barrio de Cayo Hueso; realizado de conjunto con Alain Pérez, Yerba Buena, Yissy García, Los Van Van, Pedrito Martínez y Gonzalo Rubalcaba, y basado en Manteca, tema emblemático de Chano y Dizzy Gillespie.
No obstante, esta producción incorpora nuevos arreglos y letras, y resulta “un himno contemporáneo a Chano y Cayo Hueso”; asimismo, su lanzamiento coincidirá con esta misa, prevista en el capitalino parque Trillo, en el corazón de Centro Habana, este martes 24 de enero.
El espectáculo, que será registrado en formato audiovisual y producido por Levin y Carlos Barrios, reúne a los músicos ya mencionados además de Alexander Abreu, Cucurucho Valdés e invitados, supone un reencuentro de los participantes con sus raíces y comprende títulos popularizados por Pozo y Formell.
“Mi pasión y energía están mayormente volcadas a la difusión de la historia cultural de Cayo Hueso. Pensamos hacer un disco y descubrir talentos para inmortalizar este barrio, uno de los más musicales de La Habana, y que sus residentes se sientan orgullosos”, explicó a Prensa Latina.
Otro de los objetivos es propiciar la confluencia de los asistentes al Jazz Plaza y, por esa noche, “fusionar sonoridades con una mirada enfocada en las tradiciones del sitio y, si les llega a gustar la canción Manteca Cayo Hueso les servirá a sus habitantes como símbolo de identidad”.
Tras una beca completa en Berklee School of Music, en Boston, y estudios de composición en el conservatorio neoyorquino de Juilliard, Levin trabajó para el afamado productor Nile Rodgers y artistas como los B-52, Diana Ross, INXS y The Vaughan Brothers.
Luego acumuló experiencias en Brasil y Nigeria y fundó, junto a la cantante cubano-estadounidense Cucú Diamantes, la banda de fusión de ritmos afrocubanos, brasileños y jazzísticos Yerba Buena, con una travesía de ocho o nueve años.
Por esa época, sumado a sus creaciones para películas, aumentan sus viajes a Cuba, la producción de álbumes y la participación en el Concierto por la Paz (2009), y, desde entonces, trae a músicos internacionales, impulsa proyectos y busca el establecimiento de puentes con la isla.