Este jueves 19 de octubre falleció en La Habana, a la edad de 85 años, el destacado percusionista y vocalista cubano Oscar Valdés Campos.
Nació en La Habana el 12 de noviembre de 1937, en una notable familia de músicos como su padre Oscar (percusionista) y sus tíos Marcelino (percusionista), Alfredo y Vicentico Valdés (cantantes).
En 1949 se inició en la música, aprendiendo de grandes maestros los toques batá, la construcción de los tambores abakuá, los batá y los chequeré. Estudió con los maestros Guillermo Barreto y Salvador Admiral y en el Conservatorio Alejandro García Caturla. Estudió timpani.
Después de 1959, formó parte de la Banda y el Coro del Ejército Rebelde, y trabajó en las orquestas CMQ, ICRT, Benny Moré y Orquesta Cubana de Música Moderna.
En 1972, al fundarse el grupo Irakere bajo la dirección de Chucho Valdés, se integró como cantante y percusionista. Su trabajo con esta agrupación fue hacer las letras y las ideas ritmáticas del grupo: el uso de los batá y la parte folklórica, mientras que Chucho creaba la música y las orquestaciones.
Con Irakere, Valdés se presentó en los más importantes festivales de jazz del mundo, compartiendo con figuras de alto nivel musical como Herbie Hancock y Chick Corea. entre otros. En 1980, la agrupación obtuvo Premio Grammy a la mejor grabación Latina.
Durante 1993, trabajó con sus hijos Diego, bajista, y Oscarito, baterista y en el 2000 formó el grupo Diákara, que interpretaba jazz, retomando las raíces folklóricas en la misma línea de trabajo que antes había realizado con Irakere, pero tratadas de forma más profunda.
Esto le permitió hacer la música contemporánea con la utilización de los instrumentos afrocubanos, usando tres tamboreros, con los mismos músicos que tocan la tumbadora, el bongó, los batá, la batería y a la vez cantan; además, se integran la guitarra eléctrica, tres metales, piano y bajo.
En esta línea hizo novedosos arreglos a temas tan emblemáticos como Lágrimas negras, Mamá son de la loma, A romper el coco y Xiomara. Compone, graba, ofrece clases, hace música sin parar y se presenta con Diákara en lugares exclusivos como La Zorra y el Cuervo y el Jazz Café.
En el 2000 impartió clases en universidades de Francia y Argentina y en el 2001 hizo giras por España y otros países de Europa, además de Israel, donde se presentó con el grupo en clubes y festivales y ofreció cursos y conferencias.
Su disco Leyenda viva, con Bis Music, fusión de sus raíces folclóricas con afrojazz, ganó el Premio Especial de Cubadisco 2010.
En el momento de su muerte, el prestigioso percusionista cubano era miembro de la Uneac. En un comunicado, el Instituto Cubano de la Música transmitió condolencias a familiares y amigos.