Ciudad de Panamá, 31 ene. - Por primera vez en Panamá, la orquesta femenina cubana Anacaona, fundada hace 93 años, impuso hoy su sello particular ante un público ávido de buena música.
En declaraciones a Prensa Latina, la bajista integrante hace más de cuatro décadas y actual directora de la emblemática banda, Giorgia Aguirre, explicó que fue todo un reto presentar en Calle Dragones, del Casco Antiguo, en esta capital, su más reciente disco “Gracias la música”.
Esta gira, gracias al empresario Gabriel Mas, concluirá en Café Havana, en Cartagena de Indias, Colombia, y rendirá homenaje a las fundadoras, dijo en alusión a la agrupación creada el 19 de febrero de 1932 por Concepción Castro Zaldarriaga y sus hermanas y que mantiene vivas las raíces en fusiones de ritmos autóctonos caribeños como el son, la guaracha, el mambo, boleros, cha cha cha, el danzón y el danzonete entre otros.
A propósito del álbum, compuesto por 15 temas, Aguirre comentó que abarca la historia interpretativa de la orquesta, de modo que seleccionaron un amplio repertorio que va desde Ernesto Lecuona, Ignacio Piñeiro, hasta composiciones actuales.
En ese sentido, destacó la presencia de obras que fueron interpretadas por las fundadoras, revisitadas desde la visión de estos tiempos, aunque conservando siempre el espíritu de esa música que es ya parte del patrimonio sonoro.
Aguirre alabó temas como el antológico Siboney, esta vez con un nuevo arreglo de Ricardo Aguirre, también productor del disco, que lo lleva hacia la rumba, o el bolero Como un Milagro, de Juan Márquez; y también Quiéreme y verás, de José Antonio Méndez, que sobresale por el arreglo vocal, que utiliza grabaciones de las fundadoras, algo innovador.
Para la popular intérprete, este fonograma fue como transportarse 42 años atrás, cuando comenzó como pianista en la banda en 1983 junto a su hermana Dora Aguirre, que se había incorporado un año antes.
Tras jubilarse las hermanas Castro Zaldarriaga a finales de 1987, explicó, se dieron a la tarea de renovar el grupo y mantener el patrimonio cultural cubano, lo que fue posible gracias a los talentos jóvenes egresados de las diversas escuelas de arte, fruto de la Revolución cubana.
La continuidad de ese repertorio de música popular bailable también estuvo signada por el vigor y la frescura que inyectaron las nuevas integrantes de la banda, aseveró.
También tuvimos la suerte de nutrirnos de destacados músicos de la isla como Richard Egüe, el pianista Frank Emilio, Rafael Lay y Jorge Varona, entre otros, señaló.
Con temas nuevos y de siempre, Anacaona, subrayó, sigue defendiendo la música bailable cubana y el espacio merecido por la mujer en ese pentagrama.
Decirte que es un compromiso sería poco. Nos corresponde el papel de dar continuidad a una historia que es ya un patrimonio musical cubano y al público no lo podemos defraudar, agregó.
El nombre de Anacaona (Flor de Oro) -que recuerda a una reina de Quisqueya (hoy República Dominicana y Haití)- esposa del cacique Caonabo, fue la primera mujer en rebelarse contra los colonizadores españoles, que muestra el espíritu rebelde y ahora el sello de unas intérpretes decididas a sortear obstáculos y rendirle perenne homenaje al nombre de la agrupación y a lo mejor de la música popular cubana.