Monólogo de una bailarina francesa se presenta en Cuba

La Habana, 4 mar (Prensa Latina) El monólogo «La danza de la ira-Cosquillitas», de los franceses Andrea Descond y Éric Métayer, se presenta hoy en el Teatro Bertold Brecht, de esta capital, en una adaptación e interpretación de la actriz franco-costarricense, Marian Li.

Descond, bailarina es actriz, directora, guionista, cineasta, escritora y creadora de esta danza Cosquillitas acerca de las agresiones sexuales sufridas en su infancia.

Con una puesta en escena de Métayer, quien estudió artes plásticas e historia del arte, el espectáculo obtuvo el Premio Nacional Ricardo Fernández Guardia de Teatro en la categoría actuación 2023 y Mejor Monólogo 3er Lugar del Festival Internacional de Monólogos Casa Tanicho, Mérida, México, además de ser seleccionada en el apartado de Mejor Diseño Sonoro en el mismo Festival.

Otros eventos en los que ganó reconocimientos fue en el Festival del monologo latinoamericano de Cienfuegos, Cuba; Festival Iberoamericano Mujeres que Cuentan de Mar del Plata, Argentina y Festival de Encarnación en Paraguay.

Se trata de una obra que mantendrá al espectador al borde de su asiento, según la crítica.

La actriz Li, Premio Nacional de Actuación, interpreta más de 15 personajes en una presentación unipersonal que mezcla humor, danza y teatro.

Con la energía y potencia para interpretar a Odette, Li se introduce en la piel de todos los involucrados y cómplices de la impunidad e impotencia ante la violencia de una niña. Su cuerpo grita mientras cuenta su historia cruenta y las consecuencias de no encontrar apoyo a su abuso.

Está considerada por la crítica como una excelente propuesta de una hora con 30 minutos, y un intermedio de cinco, «solo justo para respirar un poco ante tanta injusticia», agregan expertos.

Como una mujer comprometida, el personaje de Li llega al límite físico: interpreta al policía macho y burlón, al abusador, a la madre indolente, a la niña, a la bailarina, a los coreógrafos, a la maestra de danza, infinitos y la historia llega a su clímax en el juicio donde el criminal justifica sus repulsivos actos.

Finalmente la catarsis llega en una escena con una pieza musical en la cual la actriz abre la boca para explicar pero no se oye nada, el silencio es entonces la impune injusticia que viven todas las niñas o mujeres víctimas de atrocidades y complicidades.

En una escena retrospectiva inversa, Odette adulta perdona a Odette niña para seguir una vida nueva, la toma de conciencia y sacar todo hace renacer la posible armonía.