Santiago danzó al ritmo del Ballet Nacional de Cuba

 

Con una prolongada ovación en reconocimiento al talento, profesionalismo, dedicación y excelencia del Ballet Nacional de Cuba (BNC) concluyó la temporada de presentaciones de esa emblemática compañía en esta provincia suroriental. 

   La velada de este domingo, que quedará grabada en la memoria de bailarines y asistentes al Teatro Heredia, inició con un video recordatorio de los momentos fundacionales, y, también, en modo de homenaje, presentó a quienes han sido nombrados como primeros bailarines en la historia de esa agrupación danzaria.

   El repertorio, cuidadosamente seleccionado, ofreció un viaje a través de diferentes estilos y épocas, mostrando la versatilidad, destreza técnica y expresividad del elenco, el cual, desde el primer acto, deslumbró a un público entusiasta que no escatimó en aplausos y vítores, como gesto de admiración y gratitud hacia una de las joyas más preciadas de la cultura cubana.

Ballet Nacional de Cuba

   Este atractivo programa concierto que, de igual forma, se presentará en las provincias de Granma y Camagüey, incluye obras como Después del diluvio, el famoso adagio del segundo acto de El lago de los cisnes, Muto, un fragmento del pas de deux de la segunda escena de Giselle, título emblemático del BNC, y el grand pas de Paquita, en perfecta combinación de la elegancia de piezas clásicas con el arrojo de coreografías contemporáneas.

  En la puesta en escena Dani Hernández, Anette Delgado, Ányelo Montero, Grettel Morejón y Yankiel Vázquez, primeras figuras de la compañía, junto a un cuerpo de baile de gran nivel, hicieron gala de su talento y pasión por la danza, logrando transmitir historias y emociones a través de la ejecución precisa de cada movimiento. 

Ballet Nacional de Cuba

    El broche de oro a las tres jornadas de presentación en Santiago de Cuba fue el agasajo por parte del Gobierno Provincial, la Universidad de Oriente, la Dirección de Cultura en el territorio y de los Consejos de las Artes Escénicas y Plásticas, entre otras instituciones, a la primera bailarina y directora general del BNC Viengsay Valdés, quien es la figura femenina del ballet cubano de más sólida trayectoria y reconocimiento internacional en la actualidad. 

 Valdés manifestó el agradecimiento y orgullo por recibir el reconocimiento Mausoleo de José Martí, distinción que simboliza al más universal de los cubanos, a su pensamiento y convicción de hacer siempre lo correcto y entregar lo mejor de uno desde el alma, máxima aplicable a los artistas. 

   Señaló la importancia de la dedicación, entrega, esfuerzo y superación para mantener la calidad, permanencia y presencia escénica, elementos que contribuyen a alcanzar el éxito, a realizarse como profesional y a la satisfacción de cumplir metas. 

   Catalogó de maravillosa, emocionante e impresionante la calurosa acogida y reacción de la audiencia ante las funciones de la compañía, pues los santiagueros son un público ávido y conocedor del ballet, quienes disfrutaron de las obras más representativas, algunas rescatadas del repertorio y otras creadas por coreógrafos cubanos y extranjeros que han trabajado con el BNC.

   Tanto los clásicos como otras piezas más diversas en estilo son pertinentes en la formación de la nueva generación, en aras de buscar otros vocabularios y lenguajes de la danza que permitirán a esos jóvenes talentos mayor versatilidad en su carrera, dijo. 
   Subrayó que las versiones cubanas de los grandes clásicos son de las más difíciles y complejas por el rigor y especial cuidado en los detalles artísticos y del estilo, pero también son muy queridas y aclamadas por los espectadores.  

   Agradeció a bailarines, músicos, personal técnico, a la maestra Consuelo Domínguez, y a quienes hicieron posible esta gira. 
   Queremos compartir con ustedes siempre, un público que nos quiere y aclama, y queremos hacer posible una próxima visita a Santiago de Cuba, concluyó Valdés.

   Las presentaciones del BNC, patrimonio cultural de la nación, más que un espectáculo son una celebración a la excelencia, la tradición y el arte, y, además, reafirman el compromiso de acercar esa manifestación a todas las zonas de la isla caribeña.