Jorge Félix y Pupo, oro y plata en los tiros más rápidos...

Lima.- El cubano Jorge Félix Álvarez es el nuevo campeón panamericano de la pistola tiro rápido a 25 metros. Obtuvo la corona hoy en el polígono de la Base Aérea Las Palmas, aunque comenzó a fraguar este momento cumbre hace más de un año en Europa.

La competencia fue hermosa. Salió cuarto de la fase preliminar con 580 puntos, un escalón por debajo de su colega y amigo Leuris Pupo (581). En la final ambos avanzaron hasta la última serie e hicieron el un-dos con tiradas de 28 y 26, respectivamente.

No es nada nuevo para la Isla este doblete en la fiesta continental, pues en Santo Domingo 2003 Pupo y Juan Francisco Pérez lo habían conseguido.

La diferencia radica en que ahora el monarca saca pasaje a Tokio 2020, haciéndole compañía al holguinero Pupo, rey bajo los cinco aros en Londres 2012 y con tres premios en estas lides (2-0-1).   

«Aquel bronce en la Copa del Mundo de Múnich 2018 fue como abrir las puertas a nuevos resultados, a creer que era posible alcanzarlos pese a las dificultades que afrontamos en el entrenamiento por las carencias materiales. Entendí que podía imponerme y no solo porque Pupo lo hizo antes y es muestra viviente de ello», expresó a JIT el flamante campeón, próximo a cumplir los 30 años de edad este 3 de agosto.

Sobre la final reconoció que al principio hubo mucha presión: «Iniciar la competencia resultó complicado y algo más para mí, pues fui el sexto en el orden, así que escuchaba las tiradas anteriores y debía trabajar sicológicamente para que no me afectara».

En efecto, las primeras series fueron discretas en general, ocasionado por la tensión reinante en una cancha helada al filo del mediodía limeño. «Ya después uno se adapta al calor de la competencia y avanza», significó.

El vínculo con Pupo salió a relucir en todo momento y Jorge no ocultó elogio alguno… «Ser compañero de Pupo es algo increíble, competir junto a él, aprender de él todos los días es grandioso. Hacer oro y plata para Cuba a su lado resulta lo más grande que he hecho en mi carrera, y probablemente lo máximo que voy a poder hacer».

Leuris fue recíproco y sus palabras confirmaron su grandeza como ser humano: «Estábamos enfocados en hacer el un-dos y poder asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio. Me sentí tranquilo cuando Jorge aseguró la plaza. Me volvió el alma al cuerpo porque era un sueño de ambos y lo habíamos logrado».

La fraternidad de estos hombres llega a límites insospechados: «Cuando el peruano Marko Carrillo quedó en bronce (21), para mí había terminado la final. Oro y plata para Cuba era la felicidad, ya no importa si él o yo subíamos a lo más alto. Esa última serie fue de compromiso, para cumplir con la competencia, pero no me interesaba hacerlo», aseguró Jorge Félix.

Meinardo Torres, entrenador a cargo de la modalidad, se sumó al diálogo con JIT: «Es un sueño lograr a este nivel, en que hay tantos atletas con recursos y tecnología, el un-dos del medallero. Estaba en el pronóstico de la delegación, pero hacerlo coincidir con el sueño resultaba difícil. Había gran calidad y presión, por el medio la clasificación olímpica y el orgullo y honor de cada país. Estamos felices por haberlo logrado».

La estrategia llevada adelante mereció también las palabras del entrenador, luego de coincidir con su pupilo en el tremendo apoyo recibido del Inder para esta preparación. 

«La estrategia funcionó. Siempre resulta riesgoso resolver las deudas de entrenamiento con bases en el exterior, porque esta vez, por ejemplo, estuvimos entrenando conjuntamente con los peruanos durante meses. Además había atletas de la región en Europa con todas las condiciones y recursos. La lucha no era fácil, no era “pan comido”. Había que fajarse, pero tenemos a estos dos “gallos de pelea”», concluyó emocionado.