Lorenzo Mambrini: “Cuba merece ver un día su bandera en lo alto del fútbol internacional”

Bruno Spapperi Mambrini no volvería a respirar como antes; tampoco sería igual el recorrido en bicicleta por las calles de su Florencia natal. Con solo 24 años, ya sentía los estragos de la guerra. Había perdido uno de sus pulmones, pero los revolucionarios como él continuaban con unas enormes ganas de vivir y de hacer por Italia.

De 1945 a 1947 fundó en Roma el Partido Socialista, donde fungió como secretario y colaborador. Era un defensor de las causas justas, del comunismo, de las sociedades con iguales derechos para todos.

Al enterarse del triunfo de la Revolución en Cuba, rápidamente felicitó a Fidel y brindó su apoyo al nuevo Gobierno. Se mantuvo en contacto durante años, hasta que viajó a la Isla en abril de 1972, como representante del partido italiano.

Durante esa visita conoció al Comandante en Jefe. Estuvieron hablando varias horas, no solo de política, sino también de deportes. Por supuesto, conversaron de fútbol, disciplina preferida de Mambrini, y que Fidel había practicado en sus años de estudiante de Derecho de la Universidad de La Habana.

En ese encuentro hubo promesas y proyecciones, y Bruno nunca lo olvidaría. Al pasar el tiempo le contaría de este intercambio a sus nietos Francesca y Lorenzo.

Bruno Spapperi Mambrini vivió con un solo pulmón durante muchos años, hasta su fallecimiento el 18 de febrero de 1996. Ese día, cuando cerró los ojos, tenía entre sus manos dos fotos, una de su esposa Lea y otra con Fidel, del 18 de abril de 1972.

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Así, como legado de familia le llegó la pasión por el fútbol cubano a Lorenzo 'Lory' Mambrini, popular en nuestro país de 2014 a 2019 por su audaz manera de dirigir, que casi siempre se tradujo en una victoria para su equipo.

Tras varios meses de confinamiento obligatorio por la COVID-19, llegan desde Florencia las declaraciones a Cubadebate de quien se describe “como un cubano más”.

Amo a Cuba, como ustedes saben. Amo a los niños, tienen gran talento y en ellos está el futuro. No sé si he hecho mucho o poco por el fútbol cubano, pero a Cuba le dejo la puerta siempre abierta. Siento que aún me quedan muchas cosas por hacer”, comenta vía WhatsApp.

Mambrini antes de sentarse en el banquillo jugó fútbol, debutando desde muy joven con el afamado Calcio italiano, Serie C de ese país. A Cuba llegó como entrenador a finales de 2014, gracias a amistades que creían en él como el periodista Milton Díaz Canter y la gloria del deporte Ana Fidelia Quirot.

“Escuché sus consejos y empecé desde la puerta más chiquita: entrenando el equipo habanero de Guanabacoa, en el estadio Quintín Banderas.

“Luego trabajé en la academia de La Habana con los profesores Tosca y Fiti González y, en 2015, llegué a Santiago de Cuba, la ciudad que me acogió como un hijo.

Título de Santiago de Cuba en 2017.

—¿Cómo recuerdas ese primer título de Santiago de Cuba, tras 102 años de espera en campeonatos nacionales de la disciplina?

—Fue lo más grande. Aún hay santiagueros que me envían mensajes de felicitación cuando se cumple un nuevo aniversario. Fue el resultado de la confianza que me brindó el Inder de esa provincia y su comisión de fútbol. Hicimos un trabajo por tres años que permitió ganar el torneo sin perder, tras 36 partidos, siendo el sexto equipo en el mundo con un desempeño como este.

Esa temporada (2017), la Comisión Nacional de Fútbol lo reconoció como el mejor director del campeonato y lo nombró parte del cuerpo técnico de la selección nacional. “Representó una gran oportunidad para mí, teniendo en cuenta mi condición de extranjero.

“En enero de 2018 dirigí La Habana y logramos ascender a la primera división. Luego viajé a Ecuador para comandar el equipo de Chacaritas FC. “Me gustó la experiencia porque aprendí de su cultura, me aportó espiritualmente y en el plano profesional también”.

—Campeonato con Ciego de Ávila en 2019, ¿alegrías o sinsabores?

—En septiembre de 2019 empecé como entrenador de los Tiburones de Ciego de Ávila. Hasta el 14 de marzo de 2020 estábamos invictos en primer lugar, pero por la pandemia se interrumpió el campeonato.

“Creo que esa decisión quizás pudo haberse pensado mejor por parte de la Comisión Nacional de Fútbol, porque en otros deportes como la pelota sub-15 y sub-17, que también tuvieron que parar a mitad del torneo, sí le dieron el título a las provincias que se encontraban delante.

“Hubiese sido lo correcto, teniendo en cuenta el esfuerzo realizado en cada territorio para desarrollar el campeonato.

“De todos modos, Cuba sabe que en la temporada del 2020 Ciego de Ávila fue el mejor equipo del país. Resultado que se logró gracias a sus jugadores, colectivo técnico, autoridades y el Inder. Con la unión de todos estos factores pudimos realizar un buen trabajo”.

El trabajo realizado durante tres años dio frutos.

—¿Proyecciones para el fútbol cubano?

Me encantaría ver un día en Cuba una liga profesional de fútbol, una academia infantil…Conozco que en las provincias hay niños buenísimos. Hay talento, hay que desarrollarlo desde la Isla, sin pensar solamente en oportunidades en el exterior.

Es necesario construir lazos de colaboración con países de Europa donde el fútbol es mucho más desarrollado. No se trata tanto de grandes inversiones económicas sino de planificaciones a largos plazos, que le permitan al futbolista cubano transitar por los niveles, con la calidad requerida.

“Cuba se merece ver un día su bandera en lo alto del fútbol internacional. Se lo deseo desde lo más profundo de mi alma, pero hay que pasar por la base, es fundamental.

Hay buenos profesores. Lo urgente es tomar decisiones, poner en práctica nuevas ideas, para lograr que Cuba sea reconocida a nivel internacional en el llamado deporte de las multitudes. Hoy estamos lejos. Lo digo con tristeza, pero es así.

“Sin embargo, considero muy oportuna la llegada de los legionarios. Esta decisión de la Comisión Nacional y la Federación Cubana de fútbol ha sido muy importante para fortalecer la selección.

“El pueblo y los aficionados ya esperaron mucho de esto. El hecho de que el equipo Cuba puede jugar con futbolistas que están insertados en ligas en el extranjero. Esto seguramente hará al conjunto más competitivo”.

Lorenzo Mambrini dirigió en Cuba de 2014 a 2020. Foto: Radio Rebelde.

—¿Cuba?

—Cuba para mí fue familia, afecto, cariño. Debo agradecer a la señora Rosa que siempre ha sido como mi madre, y a Arlenis, la única persona que junto a su familia en Santiago de Cuba me brindó apoyo incondicional cuando empezó la COVID-19.

“El periodo de abril a julio de 2020 fue muy fuerte. No lo niego, no me sentía bien. Pensaba constantemente en mi familia y veía a todas horas las noticias de Italia, con 1 000 muertos por día.

“No dormía casi, ni en la noche, acordándome de mis padres, que son personas mayores. Ahora, en Italia, debo agradecer una vez más a Cuba, al Gobierno, al Ministro de Salud Pública y a la Brigada Henry Reeve, que brindó apoyo a la ciudad de Codogno, en Lombardía.

“En estos días sigo a Italia en la Eurocopa y al mismo tiempo pienso mucho en Cuba. Siempre formará parte de la historia de mi familia y de mi vida. Es mi Italia pequeña, el otro pulmón que le faltaba a mi abuelo. Como un bálsamo, siempre en mí”.

En video, mensaje de Mambrini para el pueblo de Cuba