EL PARATLETISMO repetirá como el deporte proa de la pequeña delegación cubana que asistirá a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, y lo hará con razones suficientes, entre ellas el liderazgo de su multicampeona Omara Durand.
La mujer más rápida entre las velocistas de la categoría T12 (débiles visuales profundos) llegará con el propósito de reeditar hazañas en sus tres especialidades: 100, 200 y 400 metros.
Pese a la indiscutible marca de la pandemia de la covid-19, que generó afectaciones en las competencias y en menor medida en los entrenamientos, Omara no parece tener rivales de consideración en su camino hacia nuevos reinados.
Es cierto que ella y su inseparable guía Yuniol Kindelán apenas se probaron competitivamente en el Grand Prix de Túnez, pero eso fue suficiente para ratificarse como la favorita, y así elevar hasta ocho sus cetros en lides paralímpicas.
El también velocista Leinier Savón (T12), quien ya disfrutó de los podios dorados en 100 y 200 metros durante la edición previa de Río de Janeiro, ahora solo podrá revalidar el título en uno de ellos.
El hectómetro es la única distancia convocada esta vez para su categoría y aunque él también logró clasificación en el salto de longitud, ahí parecen menos sus opciones de éxito.
El experimentado lanzador de disco Leonardo Díaz (F56/silla de ruedas) se vislumbra como otro de los destinados a aportar a la cosecha, aunque el color del premio lo pondrá en el terreno.
Leonardo ganó oros en Beijing 2008 y Londres 2012, cerró con bronce en Río de Janeiro 2016, y fijarlo ahora nuevamente entre los premiados es un augurio lógico.
En los mencionados parece descansar el peso del mayor compromiso, sin descartar la esperanzadora sangre joven que aporta el saltador de longitud Robiel Yankiel Sol (T47/afectado miembro superior), y que pudiera convertirse en la agradable sorpresa.
También parecen cerca de los que pueden colarse entre los medallistas los jabalinistas Guillermo Varona (F46/afectado miembro superior) y Ulicer Aguilera (F13/débil visual).
El saltador de longitud Ángel Jiménez (T12) y la lanzadora de disco Noraivis de las Heras (F43 afectada miembro inferior) completan las opciones, pero si por sus resultados nos guiamos no parecen estar muy cerca de los premios.
La última de ellos ganó bronce en Río 2016, pero esta vez tuvo que esperar a las invitaciones para poder hacer las maletas, pues sus marcas no le ubicaban en el ranking para asegurar una clasificación de manera directa.
Jiménez fue oro en el triple de Atenas 2004 y plata en la longitud de Londres 2012, pero el tiempo ha pasado y por lógica, su rendimiento actual no es el de entonces.
Conseguir seis títulos como hace cinco años atrás, no parece una opinión basada en las actuales circunstancias. Tampoco se ve al alcance llegar al total de 10 metales conseguidos en la urbe brasileña, aunque los paratletas cubanos han demostrado que pueden crecerse ante los retos, por lo que habrá que esperar a la misma competición.
Lo cierto es que en todos ellos reina el deseo de aportar el mayor esfuerzo, intentar sus mejores marcas el día clave y superar en la urbe nipona cualquier obstáculo que se interponga en sus objetivos.