Cuba y sus pesistas están subiendo a la plataforma de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento (ESFAAR) Cerro Pelado, con el objetivo de acumular la mayor cantidad de preseas posibles, esas que les permitan colocarse entre las tres primeras naciones en uno y otro sexo y asegurar así la presencia de siete efectivos varones y otras tantas féminas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.
Hablamos de que los nuestros pugnan entre halteristas de una decena de países, que buscan la gloria en 19 categorías de peso, por lo que, para cumplir con el objetivo propuesto, y según estimaciones del presidente de la Federación cubana de pesas, Jorge Luis Barcelán, y en correspondencia con los volúmenes de inscripción, se necesitaría una decena de preseas en el sector masculino y ocho entre las damas.
A propósito de premios, la lid premia los ejercicios de arranque y envión, y tras las dos primeras fechas, los varones van cumpliendo su cometido, gracias a las alzadas de Arley Calderón (62 kg) y Reydel Herrera (67).
En el caso de Arley, su cosecha fue de dos platas, avalado por 270 (119-151), para escoltar al colombiano Habib de las Casas. Incluso el nuestro pudo haberse colgado el cetro en el envión, pues venció prácticamente los 154 kilos, pero un error técnico le impidió estirar sus codos al máximo y los jueces le invalidaron ese último movimiento.
Por cierto, son los 62 kg una de las divisiones en las que Cuba cuenta con mejores potencialidades, a tenor de la ubicación en el ranking mundial de Calderón y Otto Oñate, quienes vieron culminar el 2021 con respectivos escaños 21 y 19, amparados en 274 (119-155) y 276 (120-156), en ese orden.
Por su parte, Herrera se hizo de metales plateado y bronceado en arranque y envión, respectivamente, sustentados en 122 y 151 kilogramos. Aquí, el también cafetero José Luis Osorio barrió con el oro en disputa (123-152).
La otra presea de nuestra armada, hasta la fecha, se la colgó al pecho Franchesca Simón (45 kg), al materializar arranque de 64 kg y secundar a la venezolana Rosielis Coromoto (69), a la postre vencedora en ambos movimientos.
Simón no pudo navegar con igual suerte en el denominado clean and jerk, pues falló sus tres intentos sobre 77 kg. Las restantes chicas de casa que han competido no han podido hacerse justicia hasta este minuto.
Panorama cubano actual
La halterofilia cubana ha experimentado un declive en los últimos años. El liderazgo que solíamos poseer a nivel panamericano lo hemos cedido de manera indiscutible a Colombia y Venezuela, con individualidades de otros países.
Renovación de nuestras escuadras en gran medida y salida por diversos motivos de la que era considerada la columna vertebral de nuestro elenco, fundamentalmente del varonil, han incidido en el nivel actual que poseemos.
De ahí la importancia que revierte ir trabajando con solidez, para recuperar el protagonismo en los distintos escenarios de confrontación, sobre todo el centrocaribeño, el cual se antoja el más inmediato. Una mirada a lo acontecido en Barranquilla 2018, el último termómetro de este tipo, devela que allí nuestros forzudos anclaron en la quinta posición de conjunto (3-9-4).
Además de Colombia (12-9-3) y Venezuela (7-2-7), nos superaron República Dominicana (5-7-7) y México (4-5-4), países que hace poco menos de una década no pensaban terminar en una justa multideportiva regional o continental por delante de la mayor de las Antillas.
A nivel panamericano, el declive ha sido igual de considerable. Baste señalar que, pese a que Cuba continúa a la cabeza del medallero continental (160-55-15), en Lima 2019 solo el súper completo Luis Manuel Lauret pudo hacerse de una presea (plata).
Cuatro años antes, en Toronto 2015, los agraciados en el botín de 2-2-1 habían sido Adriel La O y Yoelmis Hernández (oro); Yadier Núñez y Marina Rodríguez (plata), y Javier Vanegas (bronce). De ellos, solo Marina sobrevive en nuestro plantel en estos momentos.
A esto se suma, en calidad del termómetro más inmediato y posibilidad de calibrar también a la cantera, lo acaecido en los I Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021, lid en la cual recalamos en el sexto escaño de esta disciplina con dos subtítulos y un tercer puesto en poder de Edisnel Corrales (73 kg), Marifélix Sarría (+87) y Elizabeth Reyes (87).
Por delante de nuestra comitiva, y de manera recurrente, se situaron Colombia (7-1-1), Estados Unidos con un resurgir sólido (3-2-2), Ecuador (2-1-2), México (1-6-0) y República Dominicana (1-1-1).
A toda esta compilación de resultados se suma el hecho de que, entre los hombres, el cienfueguero Olfides Sáez es el mejor referente en los escalafones universales con su puesto 18, gracias a 355 (160-195); en tanto, entre las féminas, la propia Marina Rodríguez, con su peldaño 14, es la mejor ubicada: 221 (98-123).
Definitivamente, toca trabajar con rigor, sobre la plataforma, en cada sesión de entrenamiento, para que los kilogramos se traduzcan en desarrollo y nos permitan retornar a épocas de mayores alegrías.