Aunque se piensa que una mordida es más letal que una picada, los Gallos de Sancti Spíritus intentarán desde hoy revertir esa creencia cuando enfrenten a los Cocodrilos de Matanzas en las semifinales de la pelota cubana.
Lo cierto es que estos duelos, pactados a un máximo de siete desafíos, deben exhibir gran paridad desde el choque inicial, esta tarde aquí en el estadio José Antonio Huelga.
La tropa espirituana llega con el ánimo por las nubes tras clasificarse a esta instancia luego de ganar por primera vez en su historia un séptimo juego, y nada menos que ante un histórico como Pinar del Río, tras imponerse también en el anterior.
Precisamente el héroe del sexto encuentro, Yoen Socarrás, será el encargado de encaramarse en la lomita para buscar el primer triunfo de los Gallos, líderes de la etapa clasificatoria.
El diestro fue el gran protagonista de los cuartos de final al conseguir tres de los cuatro triunfos de los suyos, y esa será una de las tareas pendientes de los anfitriones porque necesitarán más apoyo.
Su rival será el zurdo Dariel Góngora, quien tuvo también una excelente actuación en cuartos, al lanzar siete entradas en blanco contra la poderosa tanda de Las Tunas en el desafío que decretó el pase a semis de los Cocodrilos.
Los matanceros vivieron un auténtico calvario en esta temporada por las constantes bajas de jugadores titulares, la mayoría para asumir contrataciones en el exterior.
Las últimas fueron las de su receptor Andrys Pérez y su lanzador Naikel Cruz, llamados a filas con la selección nacional sub-23, por lo que deberán improvisar un poco detrás del plato.
Se trata de una posición clave que puede inclinar la balanza hacia el otro bando, pero ya los Cocodrilos enseñaron sus dientes y los Gallos tendrán que cuidarse mucho de sus mordidas.