El atletismo cubano debutó con buen pie en el Mundial de la disciplina que arrancó precisamente este viernes en Eugene, Estados Unidos. En resumen, tres antillanos salieron al campo y pista del estadio Hayward Field en la fecha inaugural de tan encumbrado evento y solo uno quedó sin opciones. El average, a priori, es bueno.
Desde luego, se pudiera particularizar en cada uno de los casos. El más significativo es el del saltador de altura, quien tras dos temporadas alejado de sus mejores registros, con una asiaga incursión en los Juegos Olímpicos incluida, se apareció en Oregón con un brinco de 2,28 metros en el primer intento que constituyó una agradable sorpresa.
Zayas logró así avanzar a su segunda final mundial consecutiva, tras estar presente en la puja por el podio en la edición de 2019. En la ronda definitiva de Eugene, estarán los favoritos Sanghyyeok Woo, de Corea del Sur, Mutaz Essa Barshim, de Barheim y el italiano Gianmarco Tamberi, todos con igual salto de 2,28 m, aunque este último lo consiguió en su último intento.
En el caso de Massó, logró montarse en el último vagón del tren finalista en salto de longitud con marca de 7,93 m, insuficientes para aspirar a un avance tranquilo, pero válido para estar entre los doce mejores en una prueba que exigía 8,15 como marca de clasificación segura.
El otro cubano que vio acción, Shainer Rengifo, quedó sexto de su heat eliminatorio en 100 metros planos con un 10.23 segundos inferior a lo que tenía previsto. De esta manera, vio truncado su sueño de estar en las instancias de semifinales.
Otras notas destacables de la jornada fueron la primera medalla de la historia de Perú en citas universales de atletismo con el oro de Kimberly García en 20 kilómetros marcha, la corona de República Dominicana en el relevo mixto de 4x400 y las primeras incursiones de los astros Ryan Crouser, en impulsión de la bala, y Pawel Fajdek en lanzamiento del martillo.