Esta mañana fue reinaugurado en el Vedado habanero el monumento al pelotero mambí Emilio Sabourín del Villar, quien dio su vida por la independencia de Cuba. Las glorias deportivas Germán Mesa y Antonio Scull develaron la obra, que por primera vez se ve en un espacio público abierto, el parque de Línea y G.
El homenaje coincide con la conmemoración del 148 aniversario del primer juego de béisbol en Cuba, en el estadio Palmar de Junco, el 27 de diciembre de 1874, y se celebra en vísperas de la jornada dedicada a este deporte en el país, el 29 de diciembre.
“Hoy es un día feliz para los que amamos el béisbol cubano, porque reinauguramos esta importante obra en una ciudad donde no hay muchos monumentos a peloteros. Este, quizás, sea el de mayor relevancia de todos los que están expuestos a la luz pública”, dijo el historiador Félix Julio Alfonso, decano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
Precisó que durante mucho tiempo el monumento estuvo dentro del perímetro del hospital materno América Arias, donde antes estaba ubicado el terreno de pelota del Club Habana. “Lógicamente, era muy difícil que las personas pudieran acercarse a él, rendirle tributo a la figura de Sabourín, uno de los más grandes peloteros cubanos del siglo XIX”.
Hoy ha sido restituido a imagen original en un área pública gracias al apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Esa institución también estuvo a cargo del traslado al América Arias del monumento al científico francés Luis Pasteur, lo cual funcionó perfectamente, “porque en esta maternidad existía una plaza alegórica a Pasteur, sin ningún elemento que le identificara”.
Con relación al monumento a Sabourín, el historiador agregó que “ahora se podrá rendir homenaje de manera más directa a y se convertirá en un espacio permanente para el conocimiento de la historia de nuestro béisbol”.
El monumento consiste en un pedestal de piedra de cantería, con un disco de broce en relieve que reproduce el rostro del héroe, obra del escultor Teodoro Ramos Blanco.
Debajo se aprecia una placa con el emblema del municipio de La Habana y la fecha del 2 de septiembre de 1953, indicativa de que fue colocada en el centenario del natalicio del habanero, quien organizó el primer campeonato oficial de béisbol en Cuba.
Alfonso recordó que el monumento fue inaugurado en 1953 por el primer historiador de La Habana, Emilio Roig de Leuchsenring.
Comentó que la restitución de la obra es parte de las actividades celebradas en el país desde que el béisbol fuera declarado patrimonio cultural de la nación. “Restituimos las tarjas de los peloteros mambises del estadio Latinoamericano y la del salón de la fama. Además, trabajamos en la declaratoria del Latino como monumento nacional”.
Con motivo de la colocación del monumento a Sabourín, en el pequeño parque de Línea y G fueron mejorados el mobiliario urbano y la jardinería, y se incorporó un marcador que recuerda el origen estadounidense del béisbol cubano.
Así se alude, explicó Alfonso, “a la presencia en un colegio jesuita de Alabama de los pioneros Nemesio y Ernesto Guilló, fundadores del Club Habana”, y añadió que es expresión genuina del hermanamiento entre las ciudades de Mobile y La Habana.
Estuvieron presentes en el tributo el vicepresidente primero del Inder Raúl Fornés y el vicepresidente de ese organismo Ariel Saínz; el presidente de la Federación Cubana de Béisbol y Comisionado Nacional, Juan Reinaldo Pérez Pardo, y Omar Valiño, director de la Biblioteca Nacional.
El otrora torpedero Rodolfo Puentes, en representación de las glorias deportivas de la capital, señaló a Cubadebate la importancia de que los jugadores actuales de béisbol conozcan la historia de los peloteros del siglo XIX. “En esa época se hizo mucho por nuestro béisbol. Fueron atletas, pero también héroes, porque estuvieron en la manigua y colaboraron con la independencia de Cuba.
“Esto hay que transmitírselo a las nuevas generaciones. En ello, la prensa debe ayudar para rescatar los valores que representa la tradición en el béisbol para todos los cubanos”, afirmó.
Datos trascendentes de Sabourín en el béisbol cubano, según Félix Julio Alfonso:
En el primer juego oficial del béisbol cubano, celebrado el 27 de diciembre de 1874, fue uno de los más destacados. Ocupó el octavo turno en el line up y defendió el jardín izquierdo. El Club Habana derrotó ampliamente a Matanzas, 51 a 9. En este encuentro, anotó el mayor número de carreras (8) entre los vencedores.
Participó como segunda base y quinto bate en el desafío inaugural de la primera edición de la Liga General de Béisbol de la Isla de Cuba, el 29 de diciembre de 1878, en un juego donde los Rojos del Habana derrotaron a su archirrival Almendares 21 carreras a 20. En esta ocasión, su bateo fue de 5-2, con tres carreras anotadas.
Su mejor temporada fue la de 1885-86, en la que conectó por encima de 300, con siete hits en 23 veces al bate.
Su labor como director del Club Habana fue la más importante de un mánager en todo el siglo XIX cubano, pues durante las seis temporadas que lo dirigió alcanzó tres primeros lugares (1889, 1890 y 1892), el subcampeonato en 1893 y el tercer lugar en 1894.
En total, acumuló 43 triunfos y 14 derrotas. Su estilo de dirección se caracterizó por la disciplina, la inteligencia y el rigor en los entrenamientos.