Juego entre Industriales (azul y gris) de La Habana y los Leñadores(blanco y rojo) de Las Tunas en la II Liga Élite del Béisbol Cubano, en el estadio Julio Antonio Mella, en Las Tunas, Cuba, el 7 de noviembre de 2023 . ACN FOTO/ Yaciel PEÑA DE LA PEÑA

 

Desde los primeros rugidos los Leones amenazaron con ser los reyes del bosque, mientras los Leñadores casi  deponían sus hachas, cuando una despiadada ofensiva  comenzaba a dejarlos  fuera del ruedo.

Pero los felinos no se conformaron con sacar las  garras en el inicio de la II Liga Élite, las extendieron en las dos jornadas siguientes  para dejar desvalidos a los anfitriones en su propio parque, el Julio Antonio Mella, de Las Tunas, y así terminar líderes  y únicos en tres desafíos, cuando aún  falta por  completar el cuarto y último juego de la subserie de apertura..

Fue entonces  que muchos aficionados recordaron  el proverbio: donde hay desquite no hay agravio, en alusión  a la histórica barrida que le aplicaron los Leñadores  a los Industriales de la capital, en su propia guarida, en el play off final de la LXII Serie Nacional

Basta decir que de los jugadores regulares  de  La Habana, cinco ya promedian por encima de los 400 y solo uno, Rubén Valdés, exhibe una pobre ofensiva. .

En el reverso de la moneda  están los anfitriones, pues ninguno de sus toleteros se encarama  en los 300., sobre todo los de mayores responsabilidades madero en mano, del tercer al sexto turnos.

 La buena respuesta de los Leones no fue un milagro; los pupilos de Guillermo Carmona se prepararon bien para la contienda, en la ofensiva y en el picheo, en tanto en los Leñadores no hubo sorpresa sobre todo en  los que piensan que tienen deudas con los entrenamientos.

Pero punto y aparte  de  ganados y perdidos , la forma en que perdieron los actuales titulares  nacionales le restó brillantez  al espectáculo,  por tratarse de un choque entre campeones y subcampeones, trasmitidos a toda Cuba por el canal Tele Rebelde.

Y ese público  en las graderías del Mella prácticamente hizo mutis durante los desafíos, con la esperanza  de que su equipo reaccionara, mientras  la conga La Jardinera que    los  anima en cada encuentro,  sonaba sus hierros y tambores esporádicamente.