Los nadadores Andrea Becali y Rodolfo Falcón Júnior competirán en los Juegos Olímpicos de París 2024 gracias a la invitación por universalidad de World Aquatics, con lo que Cuba asciende a 53 atletas asegurados para esa cita.
Ambos merecieron las plazas por los registros en 200 metros libre (02:00.70) y 1500 (15:49,72), respectivamente, que validaron 817 y 771 puntos por la tabla de tiempos en relación con el récord mundial del evento en cuestión.
Para lograr dichas designaciones, según el reglamento de la World Aquatics, no deben rebasar los 30 años de edad ni haber participado antes en dos juegos olímpicos sin realizar la marca A exigida por dicha federación.
«La noticia es maravillosa, creo que ambos atletas en su trayectoria lo tienen merecido, en nuestro caso no hubo milagros, fueron los que participaron en el mundial juvenil en 2019 y estuvieron preparándose junto a Luis Vega y Elisbet Gámez para los juegos de Tokio 2020», expresó a JIT su entrenadora Luisa María Mojarrieta.
«Me siento feliz por ellos, ambos se han sacrificado durante años por la natación y nos han entregado con esfuerzo y dedicación la intención de lograr un propósito de mayor valor. Su esfuerzo físico y el sacrificio nunca ha faltado, y ese es duro porque es mental», reconoció.
La avezada técnica manifestó su gratitud a Word Acuatics, al Comité Olímpico Cubano y a la federación de este deporte por confiar en Andrea y Rodolfito todo el tiempo.
«A su vez les agradezco a los dos por darme la posibilidad de vivir otra experiencia olímpica, ahora junto a ellos. Para mí lo más importante es que formarán parte de estos juegos y que vivan esos bellos momentos. Estoy segura de que intervendrán con el orgullo de hacerlo lo mejor posible», manifestó.
Lulú, como cariñosamente le llaman, estará presente en su quinta cita olímpica de verano. En Beijing 2008 acompañó a los atletas Heisy Villarreal y Pedro Medel; en Londres 2012 a Hanser García y Pedro Medel, y en Río 2016 y Tokio 2020 a Elisbet Games y Luis Vega.
Por su parte, Andrea Becali expresó que «los sueños sí se hacen realidad, siento muchas emociones encontradas, orgullosa de la atleta en que me he convertido y de lograr cada meta propuesta desde que promoví al equipo nacional con 13 años de edad».
«No ha sido un camino fácil, pero ha valido la pena, el esfuerzo diario, la pasión, la dedicación, la disciplina, cada lágrima, cada prueba, cada obstáculo que superé me ha formado para dar pasos y aprender de ellos», enfatizó.
«Quiero agradecer a mi madre por enseñarme a ser fuerte y valiente, incluso cuando todo parecía perdido, es el motor de mi vida. A mi padre por sus enseñanzas y consejos, y ser mi ejemplo de perseverancia y superación, así como a mis dos hermanas, que han significado mucho para mí» acentuó.
Andrea reconoció de manera especial el apoyo de su entrenadora Lulú, por luchar y creer en ella en un camino que no ha sido fácil, así como de la sicóloga, de amigos, compañeros de equipo y todos los que una forma u otra han tenido que ver con su preparación durante años.
«Este es un gran comienzo para seguir luchando por conseguir rendimientos más grandes», manifestó.