Conquistar el Olimpo una vez es un gran resultado; hacerlo dos y tres veces, una hazaña; cuatro, una barbaridad; pero Mijaín López llegó a París 2024 para inscribirse en una lista a la que nadie ha accedido en la historia de la humanidad y convertirse en un ser de otra galaxia.
Su quinta corona bajo los cinco aros sería un hecho sin precedentes, pues nadie lo ha conseguido en una misma prueba individual; y el Gigante de Herradura lo sabe, y lo saben toda Cuba y el mundo.
Por eso este martes 6 de agosto- la noche en Francia y la tarde en la mayor de las Antillas-, el pinareño subirá al colchón del Campo de Marte en la final de la división de los 130 kilogramos (kg) ante un rival conocido, el también cubano Yasmany Acosta, representante de Chile, para colgarse el oro que le falta a su amplísima vitrina.
Dos atletas que han entrenado juntos, que se conocen; y aunque Acosta haya nacido aquí, los sentimientos mueven a la gran mayoría por el pinareño de casi 42 años, pentacampeón mundial.
Mijaín arribó a París después de una rigurosa preparación física y mental, y con la tranquilidad del avezado que es, venció a cada contendiente este lunes en la búsqueda de su presencia en la discusión del metal áureo.
Ni el coreano, el iraní o el azerí pudieron borrarle la sonrisa a un hombre que en tierra europea quiere seguir haciendo historia.
Hoy comienzan su bregar otros representantes de Cuba en la lucha grecorromana: Yosvani Peña y Gabriel Rosillo, ambos en octavos de final.
Peña (77 kg), séptimo en el mundial de Belgrado de 2023, se medirá al iraní Amin Kaviyaninejad; y Rosillo (97 kg), monarca en la justa del orbe del año pasado, rivalizará con el alemán Lucas Lazogianis.
También subirá al colchón Yusneilys Guzmán en los 50 kilogramos de la lucha femenina contra la turca Evin Demirhan, en octavos de final, de cara a mejorar el lugar 12 de la edición de Tokio 2020.
Y la canoísta Yarisleidys Cirilo, titular mundial en 2023, competirá junto a Yinnolis López en el C2 a 500 metros, en el estadio náutico Vaires- Sur- Marne.